El dueño de Pans&Company esquiva su disolución con una reducción de capital

Pans&Company seguirá vendiendo bocatas después de que la sociedad que explota sus establecimientos haya esquivado la disolución. La conocida cadena de restauración está gestionada por Pansfood, que se ha visto obligada a ejecutar una reducción de capital de 13,66 millones de euros para restablecer su equilibrio patrimonial y evitar declararse insolvente. Con este movimiento, también sobreviven los restaurantes de las otras marcas que explota: Santa María, Ribs, FrescCo.

La reducción se aprobó en la junta extraordinaria celebrada el pasado 6 de junio. Supone, concretamente, que cada una de las acciones disminuya su valor hasta los 51,26 euros, frente a los 107,74 euros que estaban fijados previamente. De esta manera, el capital social de la compañía queda estipulado en 6,5 millones de euros, según se ha publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme).

La convocatoria de esta junta extraordinaria —y por ende la necesidad de evitar la disolución— ya era una posibilidad al cierre de 2022. En las cuentas de ese año, se advertía que si en el ejercicio 2023 se apreciaban pérdidas que redujesen el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social, tendrían que reunirse los accionistas "para proceder a la disolución […], a no ser que se aumente o reduzca el capital en la medida suficiente", como marca la Ley de Sociedades de Capital.

Las cuentas de 2023 todavía no son públicas, ya que no han sido depositadas en el Registro Mercantil. Pero, a tenor de la reciente reducción de capital, todo apunta a que Pansfood habría obtenido unos números rojos que le empujaban a esa situación de desequilibrio patrimonial. De hecho, la propia compañía explica que la finalidad es "restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto de la sociedad disminuido por consecuencia de pérdidas".

La finalidad es "restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto de la sociedad disminuido por consecuencia de pérdidas"

Ni siquiera le ha servido la moratoria contable que aplicó el Gobierno de Pedro Sánchez tras la pandemia. Con el fin de amortiguar los efectos de la crisis del covid, se permitió a las empresas no computar las pérdidas de los ejercicios 2020 y 2021 en los cálculos que determinan si se entra en causa de disolución (cuando los números rojos reducen el patrimonio neto por debajo de la mitad del capital social).

En esos dos ejercicios, en los que la pandemia golpeó con más fuerza al sector de la restauración, las cuentas del dueño de Pans&Company arrojaron unas pérdidas superiores a los 11 millones. Estos resultados negativos no contabilizan para la situación patrimonial, pero, aun así, la sociedad entró en desequilibrio porque ya arrastraba una situación financiera complicada que se mantuvo en 2023.

Cuando la pandemia golpeó con fuerza al sector de la restauración, las cuentas de Pansfood arrojaron unas pérdidas de 11 millones

De hecho, en los años previos a la pandemia ya venía intercalando beneficios y pérdidas, ejercicio tras ejercicio. Por ejemplo, en 2019 obtuvo unos números rojos de 1,7 millones, frente a las ganancias de 2,4 millones que observó en 2018. Previamente, en 2017 se anotó un resultado negativo de 3,8 millones tras haber conseguido unos números negros de 1,2 millones en 2016.

Precisamente fue en 2016 cuando la empresa cambió de manos después de que el grupo portugués Ibersol comprase Pansfood al holding barcelonés Agrolimen, propiedad de la familia Carulla, que ahora se centra en comercializar las marcas Gallina Blanca o Avecrem, entre otras. Cuando lo adquirió, venía de perder 3,27 millones en 2015, una situación complicada que todavía no ha conseguido revertir, aunque con esta ampliación de capital demuestra que sigue comprometido con este proyecto.

No obstante, sus ingresos sí que se han incrementado con Ibersol a los mandos. A falta de conocer las cifras del año pasado, las ventas de Pansfood se situaron en 147,4 millones en 2022, un 18% más que en 2015, el último ejercicio completo que estuvo dirigida por los Carulla. Sin embargo, es un 5% menos que en 2019, antes de la llegada del coronavirus.