El Gobierno prepara una campaña contra los 'Días sin IVA', 'la Semana Fantástica' y el 'Black Friday'

El Gobierno quiere poner coto a las compras en periodos icónicos de rebajas. El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, en manos de Sumar, está actualmente en la búsqueda de una agencia creativa para lanzar una campaña que "sensibilice sobre un consumo sostenible en fechas dadas a llevar a cabo acciones de compra impulsiva".

El departamento liderado por el exdirigente de Podemos Pablo Bustinduy cree que dichos periodos pueden dar lugar a un aumento de las compras impulsivas, donde "las personas destinatarias de agresivas campañas publicitarias en las que se les incita a adquirir productos a precios rebajados que pueden no necesitar".

En este sentido, la dirección general de Consumo identifica algunos de estos periodos donde se concentra los esfuerzos comerciales para captar la atención de los consumidores. Entre esos periodos, la documentación oficial se refiere a la "Semana Fantástica", histórica campaña de rebajas de El Corte Inglés, que ahora se ha transformado en '8 Días de Oro'. También los "Días sin IVA", otra campaña de amplio conocimiento entre el consumidor generalista para comprar en MediaMarkt.

Además, entre dichos periodos de compras compulsivas, el ministerio también identifica periodos más genéricos como el Black Friday, uno de los momentos del año donde todo el comercio, también entre pequeñas tiendas, pone más esfuerzos en aumentar su facturación y ventas. Sobre todo porque tiene lugar a finales de noviembre y las familias aprovechan para adelantar los regalos de Navidad.

Aunque está diseñada para el público en general, "estará centrada en la juventud, como colectivo más proclive a llevar a cabo acciones de compra impulsiva en estos periodos, al ser los principales destinatarios de las acciones comerciales, y estar menos familiarizados con la reparación".

Pero además de fomentar las compras impulsivas, el Gobierno considera que "las autoridades de control de mercado tienen más difícil llevar a cabo su actividad supervisora en relación, por ejemplo, con la indicación de precios de descuento, al poderse producir estas rebajas a lo largo del año".

El Gobierno considera que "las autoridades de control de mercado tienen más difícil llevar a cabo su actividad supervisora"

En este sentido, las organizaciones de consumidores llevan años denunciando que las ofertas de este tipo de campañas no son reales. Una de las últimas críticas llegó de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que antes de comenzar el Black Friday del año pasado aseguraba que el 99% de las rebajas eran falsas y que, en realidad, los precios eran un 3% más caros. Sin dar cifras tan concretas, desde Facua también alertan con asiduidad de estos "descuentos fake".

"Desde la flexibilización de la normativa sobre periodos de rebajas en 2012 han proliferado numerosos periodos en los que las marcas y distribuidores minoristas llevan a cabo descuentos para aumentar sus ventas", explica el Gobierno para poner el contexto su campaña.

Las organizaciones de consumidores sostienen que algunas empresas inflan los precios en los días previos a las campañas para luego inyectarles la rebaja de precios y que el cliente termine pagando lo mismo. Para evitar caer en esta treta, recomiendan a los consumidores que planifiquen sus compras con antelación para saber si los descuentos son verídicos, aunque es un trabajo que no realizan la mayoría de españoles, sumergidos en la vorágine del día a día.

El propio Ministerio de Consumo también está muy pendiente de estas presuntas rebajas engañosas, hasta el punto de monitorizar diariamente más de 1.100 productos durante los dos meses previos al Black Friday. A raíz de este seguimiento realizado por sus servicios técnicos, la semana pasada abrió expediente sancionador a dos grandes operadores del comercio electrónico, de los que todavía no ha transcendido el nombre, por haber encarecido los productos para luego rebajarlos.

Pero lo cierto es que los españoles se lanzan cada vez más a comprar en este tipo de campañas, sobre todo en épocas de crisis inflacionarias como la que se ha vivido en los últimos dos años. Por ejemplo, durante el Black Friday de 2023, las ventas se incrementaron en un 10% interanual, según los datos de Nielsen. De hecho, aunque ahora se ha relajado, el consumo privado fue lo que impulsó el crecimiento del PIB nacional durante el año pasado.

El PIB subió en 2023 un 2,4% y se espera que en 2024 aumente otro 2,5%, lo que supone el mayor crecimiento de los grandes países de la Eurozona. El impulso del consumo se da con el mejor dato de afiliación a la Seguridad Social de la historia. 21,4 millones de personas trabajando y cotizando, según los datos del Ministerio de Empleo. El paro se queda en poco más de 2,5 millones de desempleados, el dato más bajo desde 2008, cuando estalló la anterior crisis financiera.

Reparabilidad y garantías

Por todo lo anterior, el Ejecutivo busca con esta campaña dar "un enfoque en positivo, incidiendo sobre los beneficios de optar por la reparación en lugar de la compra de nuevos productos". La campaña busca que se traslade además el mensaje de "reforzar la compra reflexiva y planificada, teniendo en cuenta las necesidades reales y analizando las ofertas concretas que se ofrecen".

Respecto de la reparabilidad, Consumo señala que "se deberá concienciar tanto sobre los derechos relacionados con la reparabilidad (ej. plazo de garantía de 3 años, que entró en vigor en enero de 2022, u obligación de las empresas de disponer de piezas de repuesto hasta 10 años después de dejar de producir un producto) como sobre los beneficios de la misma (tanto desde el punto de vista personal, económicos como medioambiental)".

"El tono de la campaña será en positivo, apostando por reforzar las actitudes de compra responsable y huyendo de tonos aleccionadores o censuradores de la compra compulsiva. Se busca reforzar las alternativas a esta, sin juzgar ni culpabilizar a la población", concluye el ramo dirigido por Sumar.