Los Amodio llegan a un acuerdo con Elías para entrar en OHLA como inversor principal

OHLA está más cerca de solucionar sus problemas financieros. Según aseguran fuentes próximas a las conversaciones, la familia mexicana Amodio, principal accionista de la constructora, ha alcanzado un principio de acuerdo con José Elías para que se convierta en inversor de referencia mediante la suscripción de una ampliación de capital. Una operación de recapitalización que en su conjunto puede alcanzar los 150 millones, prácticamente el valor en bolsa de la histórica Obrascon Huarte Laín.

Según estas fuentes, Luis y Mauricio Amodio, dueños del 26% de OHLA, han mantenido esta semana una reunión en la que han pactado los términos de un acuerdo por el que Elías tomará una participación que oscilará entre el 20 y el 29,9% del capital. El porcentaje final dependerá del resultado de una primera ampliación de capital, aprobada por el consejo de administración el pasado mes de junio, por hasta 100 millones de euros, que incluirá un derecho de suscripción preferente para todos los accionistas actuales.

Como los Amodio han comunicado oficialmente que ellos pondrán los 26 millones que les corresponde por su 26% del capital de OHLA, la cobertura de los restantes 75 millones dependerá de la respuesta de los inversores minoritarios. Se da por hecho que muchos no pondrán dinero, ya que han perdido una buena parte de su patrimonio por el hundimiento bursátil de la constructora, por lo que Elías y Andrés Holzer, otro mexicano próximo a los Amodio, garantizan que esos 75 millones los cubrirán ellos si fuera necesario.

En el caso de que los minoritarios sí la cubriesen, opción poco probable, Elías y Holzer (invertirá 25 millones) se comprometen a realizar una segunda ampliación de capital sin derecho de suscripción preferente por hasta 75 millones. Esta estructura presentada por el dueño de La Sirena y el otro inversor mexicano es menos dilutiva para los accionistas actuales que la propuesta por Atitlan, que laminaba los intereses de los particulares, y que fue desestimada por los Amodio.

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Agustín Marco

Así se lo ha transmitido OHLA a la banca acreedora, entre la que destaca Santander y CaixaBank. El apoyo de estas entidades es vital porque a día de hoy le tienen retenidos 180 millones en concepto de garantía de cobro por la concesión de avales. Un dinero que para la constructora es vital. Los bancos españoles le han exigido que ponga por escrito ese acuerdo que actualmente es verbal.

OHLA quiere, como mínimo, levantar 100 millones con las dos ampliaciones de capital y que la banca le libere otros 100 millones que ahora están bloqueados. Con esos 200 millones, el grupo de concesiones fundado por los Villar Mir podría repagar el vencimiento que tiene con los bonistas por un importe similar en marzo de 2025. Además, tiene otro bono también de 200 millones en marzo de 2026, pago que es una de las condiciones impuestas en el acuerdo entre los Amodio, Elías y Holzer.

Los fondos estarían de acuerdo si se destina parte de la ampliación a amortizar los 200 M

Las partes exigen que la fecha de vencimiento se extienda hasta 2029, motivo por el cual OHLA ha contratado a Houlihan Lokey. El banco estadounidense está negociando con los inversores institucionales titulares de los bonos, los cuales a su vez se han puesto en manos de PJT Partners para que defiendan sus intereses. Estos fondos estarían de acuerdo en la renovación del segundo pago siempre y cuando la compañía destine una buena parte de la ampliación a amortizar los 200 millones que expiran en marzo del próximo año.

Si los Amodio, junto con Elías y Holzer, se ponen de acuerdo con la banca y los bonistas, OHLA conseguirá el dinero suficiente para salvar el enésimo match ball desde que la compañía entrase en 2016 en una espiral de problemas que le ha hecho perder el 90% de su valor. Obras mal ejecutadas, que se tradujeron en litigios millonarios con los contratistas, más sospechas de corrupción en México cuando estaba dirigida por los Amodio, arrastraron al grupo a una insolvencia de la que tuvo que ser rescatada por los empresarios mexicanos y los bonistas entre 2020 y 2021.