Los inversores húngaros piden amparo a CNMV y apuntan a la injerencia del Gobierno contra su opa a Talgo

Magyar Vagon, a través de Ganz-Magav Europe, ha recurrido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para pedir protección para su Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre Talgo, ante la negativa del Gobierno a autorizarla y la aparición de la propuesta indefinida de Skoda. El documento apunta a un uso espurio del escudo antiopas del Gobierno contra un inversor de un Estado miembro de la Unión Europea.

Según una carta enviada al organismo supervisor, a la que ha tenido acceso El Confidencial, Magyar Vagon manifiesta “su preocupación e indefensión ante una posible operación sobre Talgo diseñada para evitar los supuestos de ofertas competidoras previstos en la ley de OPAs”.

El consorcio húngaro, que presentó su oferta de 5 euros por acción el pasado mes de marzo, se refiere al interés del grupo checo Skoda por tomar el control de la empresa española fabricante de trenes. “Supone privar a los accionistas de la sociedad de una oferta voluntaria con un pago en efectivo y una prima del 41% sobre el precio medio ponderado de Talgo”, según el documento remitido a la CNMV.

En dicha carta, firmada por los líderes del consorcio András Tombor y György Bacsa, afirma que la propuesta de Skoda “resulta un perjuicio económico directo a los accionistas de Talgo y no tiene un proyecto industrial a largo plazo”. El grupo centroeuropeo añade que “es una promesa futura de oferta en el contexto de una OPA en curso, un elemento contrario a la doctrina reiterada de la Comisión”.

El pasado lunes, Skoda comunicó su interés en una integración de negocios con Talgo, pero no concretó si pondría sobre la mesa una contraoferta. De hecho, la compañía fundada por la familia Oriol reclamó mediante un hecho relevante que detallara los términos económicos, financieros e industriales de su potencial OPA. Exije que ponga sus cartas sobre la mesa antes del 25 de julio. En el mercado dan por hecho que Skoda, que estaría apoyado por Criteria Caixa y Escribano, no entrará en competencia dentro del periodo de opas, lo que genera enorme inquietud.

Por ello, el documento asegura que la operación alternativa “pervierte la norma de aprobación de inversiones directas en España al ser utilizada como un instrumento arbitrario en contra del oferente y miembro de la Unión Europea”, expone Magyar, dejando entrever la injerencia del Gobierno en favor de Skoda. El diario El País ya publicó este lunes que Skoda estaba en conversaciones con Moncloa.

Magyar Vagon, sobre Skoda: "Podrían haberse producido hechos constitutivos de manipulación de mercado al filtrarse una oferta que no es tal"

El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha opuesto frontalmente a la OPA del consorcio húngaro por su presunta vinculación con Viktor Orbán, el líder de la derecha populista ultraconservadora que dirige Hungría. Hasta la fecha, la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones ha demorado su respuesta formal a la oferta Magyar con la reiterada petición de información adicional, cuyo nuevo plazo de autorización expira el 10 de agosto. Otras fuentes conocedoras del proceso detallan ahora que el plazo se estirará hasta el 25 de agosto.

Magyar Vagon esgrime que “el deber de pasividad de la sociedad no se justifica con una OPA en curso para una potencial operación de combinación e integración sin ningún tipo de detalle y que hoy no es posible”, al carecer la propuesta de Skoda de precio y valoración, plan industrial y respaldo financiero. Por último, en la carta, Tombor y Bacsa añaden que “podrían haberse producido hechos constitutivos de manipulación de mercado al filtrarse una oferta que no es tal porque carece del mínimo rigor en cuanto a sus términos” y con el único objetivo de perjudicar la única presentada hasta la fecha.

Temor entre accionistas y el PNV

La propuesta del grupo checo ha despertado todas las alarmas no solo en el grupo húngaro, sino también entre los accionistas de Talgo, los gestores de la compañía y el Gobierno Vasco (PNV), que temen que el fabricante de trenes se pueda ver perjudicado de forma irreversible si la operación de venta no llega a buen puerto. Fuentes al tanto de las conversaciones que Moncloa ha mantenido con Skoda señalan que la compañía solo estaría dispuesta a un intercambio de acciones que valoraría Talgo en 3,5 euros, lo que implica una oferta un 30% peor que la propuesta por Ganz-Mavag Europe de 5 euros por acción en metálico por el 100% de la cotizada.

Los temores pasan porque el Gobierno pueda rechazar la oferta húngara en agosto -ya sea de forma motivada por silencio adminsitrativo- y ante el retroceso de la acción de la cotizada aparezca una operación de rescate con Skoda al frente, un escenario altamente perjudicial para los intereses de los accionistas de Talgo, que tiene al fondo Trilantic como principal dueño.

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Juan Cruz Peña

Entre la familia fundadora y los gestores de la compañía, los temores se centran en la incertidumbre sobre el proyecto industrial alternativo al de Magyar Vagon. El problema para Talgo es de capacidad industrial. La firma tiene problemas para sacar adelante sus pedidos en tiempo y forma ante el boom ferroviario a nivel mundial. De no mediar una solución temprana, Talgo puede morir de éxito, concuerdan en el mercado. La oferta de Skoda no ofrece, a día de hoy, ninguna garantía en ese sentido.

De hecho, fuentes próximas a Talgo y al consorcio húngaro creen que la fusión puede acabar con fuertes recortes por sinergias que afecte de manera decisiva a los 3.300 trabajadores del fabricante de trenes en España, la mayoría de los cuales son ingenieros que trabajan en su planta del País Vasco. PFF, el dueño último de Skoda, ya ha protagonizado duros ajustes en otras integraciones llevadas a cabo en Europa. Skoda cuenta con 8.000 trabajadores y en 2023 registró 78 millones de euros de pérdidas y un ebitda negativo de 17 millones de euros.

El Gobierno tiene encima un difícil dilema. Si tumba la opa húngara se enfrentará a demandas de este inversor, que ha contratado a Garrigues y CMS Albiñana para el encaje legal de la operación. Sin embargo, el Ejecutivo de Sánchez es consciente del daño reputacional que puede hacer la compra por parte de un consorcio participado directamente por un fondo público del país gobernado por Viktor Orbán. El mandatario ha elegido visitar a Vladimir Putin y Donald Trump justo a su llegada a la presidencia rotatoria de la Unión Europea.