Torres (BBVA) no garantiza el búnker 'tech' del Sabadell en Alicante en su ronda valenciana

Casi dos meses después de que el BBVA comunicase su intención de fusionarse con el Banco de Sabadell y semanas más tarde de que el vallesano Josep Oliu hiciese su primer road show por tierras valencianas, aterrizó en Valencia el primer ejecutivo de la entidad con sede en Bilbao, Carlos Torres, para intentar tejer complicidades locales en favor de la OPA que tiene en marcha. Lo que se encontró es un mar de dudas y reservas de instituciones y organizaciones empresariales sobre las consecuencias tanto económicas como sociales en el territorio en caso de éxito de la operación de concentración bancaria. No solamente por la pérdida de la simbólica sede social alicantina, sino también por el previsible ajuste de empleos, muchos de ellos cualificados, de competencia a la hora de acceder al crédito y de compromiso con el tejido social.

Torres visitó la capital valenciana el pasado martes para mantener encuentros con grandes clientes, con los responsables empresariales y con el presidente de la Generalitat, el popular Carlos Mazón. No es una plaza a descuidar en la guerra de la OPA: segundo mercado en España del Sabadell y donde más accionistas minoritarios hay tras Cataluña. El 16% de los socios no institucionales, que deben decidir si aceptar o no el canje de acciones propuesto por el BBVA, se concentra en la territorial Este del banco catalán, que agrupa Comunidad Valenciana y Murcia.

Fue una jornada intensa la de Torres. Comió con un pequeño grupo de jefes de medios de comunicación locales. Estuvo con el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata. Citó por separado al de la Cámara de Alicante, Carlos Baño, que se desplazó desde el sur (detalle: Oliu viajó él a Alicante por la tarde para ver a Baño en su visita del 6 de junio), se emplazó con el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y vicepresidente de la CEOE, Salvador Navarro, a un próximo encuentro en septiembre y departió dos horas con Mazón en el Palau de la Generalitat. Con ninguno hubo foto oficial. Todo a puerta cerrada.

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Uno de los asuntos que llamó la atención a más de uno de los interlocutores es el desconocimiento que el banquero madrileño tenía de la infraestructura de back office, call center y centro de desarrollo informático y tecnológico que el Sabadell tiene en Alicante. Es un 'hub' que da servicio al banco en el que trabajan unas 300 personas con perfil IT&Ops (tecnología y operaciones) y que corre mucho riesgo de saltar por los aires en caso de que, además de prosperar la OPA, se produzca una concentración de las dos entidades y sus correspondientes sistemas informáticos.

Así se los trasladaron los interlocutores a Torres, que, según varias fuentes conocedoras de las reuniones, no fue capaz de asegurar la continuidad de prosperar la concentración y tener que aplicar sinergias económicas y organizativas. Tampoco dijo que tuviese intención de cerrarlo, aunque BBVA tiene a 900 personas trabajando en su filial BBVA IT en el cuartel general operativo en Madrid. También dispone de back office en Málaga e inauguró hace dos años otro centro en Bilbao enfocado al análisis de datos en colaboración con la Diputación de Bizkaia.

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El presidente del BBVA trasladó su convencimiento de que la mayoría de accionistas del Sabadell aceptará la oferta de compra y de que terminará por producirse el proceso de fusión (también dejó caer su intención de conservar inicialmente las dos marcas), al que el Gobierno ha mostrado su oposición aunque prospere la adquisición de la mayoría del capital del banco de Sant Cugat. Torres trató de generar confianza sobre el futuro de la actividad bancaria en el territorio, asegurando que el negocio del BBVA en España es muy complementario con el del Sabadell, más enfocado a banco minorista y pequeñas empresas.

"El problema del BBVA es que su cultura es mucho más fría que la del Sabadell. Va a su negocio y ya está. Cuando el Sabadell absorbió Caja Mediterráneo, que tenía una importante obra social, se produjo un vacío, pero poco a poco entendió que tenía que estrechar lazos con la sociedad alicantina y valenciana. Tiene convenios firmados con asociaciones empresariales y sociales o con universidades y mucha actividad que creemos que podría perderse con la fusión. No solo una cuestión estrechamiento de la competencia y del empleo", señalan fuentes empresariales. Un ejemplo, BBVA no está entre los patrocinadores principales de Forinvest, la feria de finanzas y seguros que se celebra desde hace años en Valencia y que es la más grande de España. Sabadell, CaixaBank, Santander e Ibercaja sí están. Todo eso se llevó Torres en la libreta. Si le resultó útil y empatizó con el mensaje, se sabrá en unos meses. Siempre que antes logre torcer el brazo a Oliu.