Consejeros de Indra se oponen a la compra de Hispasat propuesta por Moncloa

La estrategia corporativa de Indra ha suscitado muchos roces entre los consejeros, tanto ejecutivos como independientes. A las diferencias sobre cómo proceder con la venta de Minsait se suma ahora la oposición de varios miembros del órgano de gobierno de la empresa de tecnología y defensa a la adquisición de Hispasat, tal y como ha propuesto la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Así lo aseguran fuentes próximas al grupo, que en 2022 ya tuvo una crisis de gestión sin precedentes que acabó con la destitución de cinco consejeros.

Según estas fuentes, varios consejeros, entre los que se encuentran Belén Amatriaín y Coloma Armero, han expresado en las últimas reuniones del consejo de administración sus objeciones a la compra de Hispasat, por el que Redeia, la antigua Red Eléctrica, pide cerca de 1.100 millones de euros. Tanto Amatriaín como Armero, las dos con la calificación de independientes, consideran que la empresa de satélites no es un negocio estratégico para Indra, ya que su principal actividad es ofrecer soluciones de banda ancha y conectividad a Internet, además de difundir canales de televisión.

Otros consejeros han añadido que la única división por la que la compañía podría estar interesada es Hisdesat, que es la filial de Hispasat dedicada a las áreas de defensa, seguridad, inteligencia y asuntos exteriores. Una sociedad que, según fuentes financieras, podría tener un valor aproximado de 150 millones y que sí encajaría en Indra. En el nuevo plan estratégico 2024-2026, la multinacional presidida por Marc Murta afirmó que crearía una subsidiaria para adentrarse en el negocio espacial con el fin de poder beneficiarse de los programas de financiación europeos e internacionales.

La posición de los consejeros independientes es clave porque el Gobierno, a través de diferentes empresas públicas, tiene una influencia decisiva en cualquier operación. De hecho, Indra ya tiene un 7% del capital de Hisdesat, participada mayoritariamente por Hispasat, con un 43%. Por su parte, Hispasat, la matriz, es propiedad al 89,69% de Redeia, de la que la SEPI tiene un 20% del capital. El ente público es, asimismo, el primer accionista de Indra, con el 28% de las acciones, lo que le permite ejercer el control sobre el consejo de administración.

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EFE

Su influencia es tal que en 2022 provocó la destitución de los cinco consejeros independientes que estaban en Indra tras el desembarco de Murtra y de Amber Capital. Aquel despido masivo provocó la apertura de una investigación por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El organismo supervisor, cuyo presidente es nombrado por el Gobierno, vio indicios de un pacto de concertación entre la SEPI, Sapa Placencia y Amber Capital, accionista de referencia de Prisa, para controlar la compañía, lo que les obligaba a lanzar una opa por la totalidad del capital. Pero concluyó que no eran indicios suficientes que demostrasen que se habían puesto de acuerdo para el relevo de los cinco consejeros.

En el informe, que hizo público un viernes 23 de diciembre, en vísperas de Nochebuena, la CNMV se comprometió a proponer "medidas legislativas" y abordar "modificaciones en las recomendaciones de gobierno corporativo para evitar que la repetición de episodios similares pueda socavar la solidez del gobierno corporativo de las cotizadas españolas".

En 2022 provocó la destitución de los cinco consejeros independientes que estaban en Indra tras el desembarco de Murtra y Amber

Actualmente, el consejo de administración de Indra está formado por 16 miembros, siete de los cuales son independientes. El resto lo conforman tres con carácter ejecutivo y seis dominicales en representación de las participaciones de SEPI (28%), Amber (7,2%), Sapa Placencia (7,9%) y Escribano Mechanical and Engineering (8%).

La compra de Hispasat está vinculada a la venta de Minsait, operación sobre la que también existen diferencias en el consejo de administración y en la cúpula directiva. Mientras algunos consideran que lo ideal es vender una mayoría, otros consideran que la desinversión no puede superar el traspaso del 30% del capital en una primera fase, lo que obviamente reduciría su valor.

En cualquier caso, para afrontar la adquisición de Hispasat, Indra necesita dinero fresco. Un pago que podría hacerse con la recaudación por la venta de Minsait o proponiendo una ampliación de capital para aprovechar el comportamiento histórico de la cotización. En lo que va de año, la acción se ha disparado un 42% gracias al mayor gasto de los países en defensa por las guerras de Ucrania e Israel. La compañía capitaliza actualmente casi 3.300 millones.

Fuentes oficiales de Indra han declinado hacer ningún comentario sobre esta información.