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El ministro ha ordenado ampliar la investigación sobre el pago de comisiones en el alquiler de aviones para conocer si hay más casos además de los 44 -entre ellos el Yak-42- ya constatados. También quiere saber si alguien del equipo de su antecesor, Tril
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El ministro ha ordenado ampliar la investigación sobre el pago de comisiones en el alquiler de aviones para conocer si hay más casos además de los 44 -entre ellos el Yak-42- ya constatados. También quiere saber si alguien del equipo de su antecesor, Tril

La tempestad del caso Yak-42, dos años después del accidente que costó la vida a 62 militares españoles, está aún lejos de amainar. El ministro de

Foto: El ministro ha ordenado ampliar la investigación sobre el pago de comisiones en el alquiler de aviones para conocer si hay más casos además de los 44 -entre ellos el Yak-42- ya constatados. También quiere saber si alguien del equipo de su antecesor, Tril
El ministro ha ordenado ampliar la investigación sobre el pago de comisiones en el alquiler de aviones para conocer si hay más casos además de los 44 -entre ellos el Yak-42- ya constatados. También quiere saber si alguien del equipo de su antecesor, Tril

La tempestad del caso Yak-42, dos años después del accidente que costó la vida a 62 militares españoles, está aún lejos de amainar. El ministro de Defensa, José Bono, ha ordenado que las investigaciones sobre el pago de comisiones irregulares detectadas en el alquiler para misiones internacionales de al menos 44 aviones, incluido el del aparato siniestrado, se amplíen a los aproximadamente cuatrocientos vuelos que se fletaron durante los cuatros años de la etapa de su antecesor, el popular Federico Trillo.

Así lo ha podido confirmar El Confidencial en diversas fuentes políticas, que destacan que la cuantía de los pagos de comisiones detectados hasta ahora en la investigación interna de Defensa supera, según sus estimaciones, los 4 millones de euros. “Por ello Bono ha dado instrucciones para que se sigan las pesquisas no sólo para detectar nuevos casos, sino también para conocer el destino real de ese dinero”, señala a este diario una fuente socialista consultada.

Otro diputado que ha tratado el tema con el titular de Defensa explica que, según el ministro, las comisiones terminaron encareciendo el precio final de los aviones en un 50%. “Por lo que costaba 100.000 dólares se acababa pagando sistemáticamente 150.000 dólares”, ponía como ejemplo.

Treinta vuelos de material y catorce de tropas

Hasta ahora, las investigaciones (de las que El Confidencial adelantó su existencia el pasado 27 de mayo) se han centrado en los aviones contratados a través de la agencia Namsa de la OTAN durante los dos últimos años de Trillo al frente del departamento. En concreto, en 2002, se han detectado irregularidades en el alquiler de 24 aparatos con destino a Afganistán e Iraq, y en otros 20 en el año 2003. De todos ellos, 30 estaban destinados al transporte de carga, mientras los 14 restantes sirvieron para el traslado de tropas españolas.

En estos vuelos, el pago de comisiones a intermediarios superó los 100.000 dólares (unos 80.500 euros). Una cifra que Bono ha mencionado reiteradamente en sus últimas manifestaciones públicas, aunque sin querer concretar la cifra de vuelos afectados por las irregularidades. En concreto, en el caso del Yak-42, de los 171.350 dólares (149.000 euros) que se pagaron por su alquiler, la compañía que operaba el vuelo, la Ukranian Mediterranean Airlines, sólo recibió 45.000 dólares.

Del resto, 126.350 dólares, la documentación recopilada en las pesquisas de Defensa apunta a que 61.686 -cifra que considera elevada y que pone en duda- se gastaron en el combustible y el handling (servicios aeropuertarios). Los otros 64.664 dólares, casi el 40% del total, se quedaron por el camino en forma de comisiones a seis intermediarios.

En todos los casos, los pagos se hicieron con cargo a créditos extraordinarios concedidos por el erario público durante los diferentes ejercicios para sufragar las misiones militares en el extranjero, y que sólo en el año 2002 superaron los 323 millones de euros. “Un porcentaje importante de este dinero se iba, precisamente, en la contratación de los vuelos”, recalca una de las fuentes consultadas al tanto del contenido del informe.

La tempestad del caso Yak-42, dos años después del accidente que costó la vida a 62 militares españoles, está aún lejos de amainar. El ministro de Defensa, José Bono, ha ordenado que las investigaciones sobre el pago de comisiones irregulares detectadas en el alquiler para misiones internacionales de al menos 44 aviones, incluido el del aparato siniestrado, se amplíen a los aproximadamente cuatrocientos vuelos que se fletaron durante los cuatros años de la etapa de su antecesor, el popular Federico Trillo.