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Ferraz exige a Patxi López que deje de torpedear los contactos de Moncloa con el PNV
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Ferraz exige a Patxi López que deje de torpedear los contactos de Moncloa con el PNV

La relación entre PSOE y PSE no vive sus mejores momentos. La elección del presidente del Parlamento vasco, el debate de investidura del nuevo lehendakari y

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Ferraz exige a Patxi López que deje de torpedear los contactos de Moncloa con el PNV

La relación entre PSOE y PSE no vive sus mejores momentos. La elección del presidente del Parlamento vasco, el debate de investidura del nuevo lehendakari y la oposición frontal del PSE a la Mesa de Partidos propuesta por Juan José Ibarretxe ha deteriorado la buena sintonía con Moncloa de la que, hasta las elecciones del 17 de abril, hacía gala el equipo de Patxi López. La estrategia seguida por el líder del partido en Euskadi en las últimas semanas no ha sido, ni mucho menos, del agrado de José Luis Rodríguez Zapatero.

Con esta marejada como telón de fondo, Patxi López acude hoy a la sede del PSOE para rendir cuentas sobre la línea de actuación seguida por su partido y para exponer su punto de vista a la hora de abordar la estrategia política futura para el País Vasco. Junto a él, se sentará el presidente del PSE y alma mater de los contactos secretos con Batasuna, Jesús Egiguren, y Rodolfo Ares, coordinador de la Ejecutiva del partido. Frente a ellos, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Aunque los portavoces oficiales de uno y otro lado insisten en calificar dicha reunión -la séptima desde que López sustituyó a Nicolás Redondo Terreros como secretario general en Euskadi- como “una más de coordinación” y exenta de tensiones, fuentes socialistas consultadas por El Confidencial niegan que la misma vaya a ser, ni mucho menos, plácida.

El motivo: las últimas decisiones de los socialistas vascos han irritado a Madrid y, sobre todo, al propio presidente del Gobierno, quien ha visto cómo éstas ponían en peligro los discretos contactos iniciados desde Madrid con el PNV para poder contar con la colaboración del lehendakari Ibarretxe, y del presidente de la Ejecutiva peneuvista, Josu Jon Imaz, en el ‘proceso de paz’.

Moncloa quería a Atutxa

En concreto, en Moncloa molestó la insistencia del dirigente del PSE en oponerse a la reelección de Juan María Atutxa como presidente del Parlamento. Hasta por tres veces la Cámara de Vitoria registró un empate a votos que bloqueó la elección. Sólo la retirada de Atutxa, sustituido por Izaskun Bilbao, puso fin a una situación en la que los chicos de López decidieron mostrarse inflexibles, a pesar de las reiteradas peticiones de Ferraz de que se facilitase la reelección del ex consejero de Interior vasco con la retirada de la candidatura del socialista Miguel Buen.

El segundo punto de fricción tuvo lugar con la elección del lehendakari. El hecho de que Patxi López mantuviera su candidatura hasta en la segunda ronda fue considerado en Moncloa como un gesto “no conveniente”, dentro del nuevo marco de dialogo abierto por Zapatero con Imaz. Se corría, en opinión de los políticos consultados, el riesgo innecesario de desandar lo avanzado por otro lado y de poner al PNV en manos de los soberanistas de Joseba Egibar, que fue quien negoció en la sombra los dos votos del Partido Comunista de las Tierras Vascas.

Por último, tampoco gustó en Moncloa las manifestaciones realizadas por los dirigentes socialistas vascos en contra de la Mesa de Partidos, con Batasuna incluida, que Ibarretxe convirtió en el eje de su discurso de investidura. Zapatero cree que dicha mesa no sólo es aceptable, sino incluso imprescindible para que salga adelante el proceso de paz que quiere pilotar.

La relación entre PSOE y PSE no vive sus mejores momentos. La elección del presidente del Parlamento vasco, el debate de investidura del nuevo lehendakari y la oposición frontal del PSE a la Mesa de Partidos propuesta por Juan José Ibarretxe ha deteriorado la buena sintonía con Moncloa de la que, hasta las elecciones del 17 de abril, hacía gala el equipo de Patxi López. La estrategia seguida por el líder del partido en Euskadi en las últimas semanas no ha sido, ni mucho menos, del agrado de José Luis Rodríguez Zapatero.