‘Josu Ternera’ no quiere estar solo en la toma de decisiones. Para ello, él y el resto de los actuales dirigentes de la banda armada han creado un ‘consejo asesor’ integrado por históricos militantes que se encuentran recluidos en prisiones francesas.

La rígida y hermética organización terrorista ETA no es igual que hace unos meses. Coincidiendo con su apuesta por sentarse a dialogar con el Gobierno, la banda armada ha efectuado importantes cambios en su organigrama. Cambios que no han afectado a la identidad de sus principales cabecillas, sino a su estructura interna, según revela un reciente informe de la Comisaría General de Información al que ha tenido acceso El Confidencial.

Así, según se destaca en este documento reservado, el máximo órgano de dirección ha pasado a llamarse comisión de dirección y a estar integrado únicamente por tres personas: los máximos responsables de cada uno de los tres aparatos en los que se organiza la banda, Político, Militar y Logístico. En la actualidad, éstos están encabezados, respectivamente, por José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera; Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, y Juan Cruz Maiza Artola, Beriain.

De dicha comisión de dirección dependen directamente los tres aparatos, así como las finanzas de la organización y un recién creado consejo asesor, “integrado por históricos militantes que en la actualidad permanecen en prisión en Francia”, aseguran los expertos antiterroristas autores del documento policial.

Aunque dicho informe no detalla la identidad de sus miembros, fuentes policiales consultadas por este diario señalan como segura la presencia del número uno de la banda hasta su detención el pasado mes de octubre, Mikel Albizu Iriarte, Antza; su compañera Soledad Iparragirre, Amboto; la pareja formada por Juan Antonio Olarra Guridi, Juanvi, y Ainhoa Mújika Goñi, Olga; Javier García Gaztelu, Txapote, y Asier Oyarzabal Txapartegi, Baltza, entre otros.

Según algunas fuentes consultadas, dicho comité asesor no sólo tiene una gran capacidad de influencia sobre los cabecillas en libertad, sino que incluso ha conseguido una capacidad de decisión similar a la de la propia comisión de dirección que encabeza Josu Ternera. Sus integrantes se mantienen comunicados entre sí y con el exterior gracias a una red de correos que van y vienen entre las cárceles francesas donde se hallan recluidos.

Otros cambios

La creación del comité asesor no es el único cambio observado durante los últimos tiempos por los expertos policiales en ETA. Así, el informe reconoce que “los numerosos reveses que ha sufrido la organización en los últimos años debido a las distintas operaciones policiales” han llevado a sus dirigentes a cambiar la estructura de mando en los escalones altos de la organización.

“La política bicefálica en la responsabilidad de cada uno de los aparatos, seguida desde antiguo por la organización -se lee textualmente en el documento policial-, ha venido a ser sustituida por otra en la que la responsabilidad de cada aparato es asumida por 3 ó 4 personas” con el fin de que su compleja estructura “no deje de funcionar en ningún momento” aunque se produzcan detenciones.

Otra de las medidas adoptadas en los últimos tiempos por ETA, en “su obsesión por garantizar cada vez más la subsistencia tanto de las propias estructuras orgánicas como de su militancia”, ha sido la de dotar de mayor autonomía operativa a sus comandos. Para lo cual, ha eliminado “los tradicionales individuos que actuaban como enlaces, entendidos como puntos vulnerables que pueden llevar a la detección del comando”.