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Mas desvela un pacto bajo cuerda con Zapatero y Maragall
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Mas desvela un pacto bajo cuerda con Zapatero y Maragall

El Estatut saldrá adelante en Cataluña. Previamente a la aprobación por parte del Parlamento catalán del primer artículo del nuevo texto, que proclama que “Cataluña es

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Mas desvela un pacto bajo cuerda con Zapatero y Maragall

El Estatut saldrá adelante en Cataluña. Previamente a la aprobación por parte del Parlamento catalán del primer artículo del nuevo texto, que proclama que “Cataluña es una nación”, el líder de CiU, Artur Mas, desveló el miércoles en la cumbre de líderes de Barcelona, que había llegado a un pacto con Pascual Maragall y con Rodríguez Zapatero, para que no haya elecciones anticipadas en esta comunidad. Se trata de una jugada predefinida y a tres bandas: Maragall acepta la propuesta de financiación de Mas, el Parlament aprueba el viernes el Estatut y después, una vez en Madrid, el Congreso de los Diputados lo rechaza. De esta forma, tanto Zapatero como Mas quedarían bien ante su electorado. El primero no habría cedido a las presiones nacionalistas y el segundo habría logrado colar su propuesta en el Estatut.

El compromiso se conoció después de que el presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, dijera por la mañana que no habría elecciones anticipadas en Cataluña con independencia de lo que suceda con el Estatut. Maragall pidió al resto de partidos que dieran su visto bueno a esta propuesta. Una extrañado Josep Piqué, que pensó que aquello iba en detrimento de los intereses del president, le preguntó que por qué lanzaba ahora esta propuesta. La respuesta de Maragall fue instantánea: “Porque me lo han pedido”. A lo que Piqué volvió a preguntar: “¿Quién?”. En ese momento terció Artur Mas: “Yo”, dijo el líder de CiU.

El precio a pagar por Mas -a cambio de evitar unas elecciones en las que habría barrido el PSC simplemente culpando a CiU del fracaso del Estatuto- es la presentación de una nueva propuesta de financiación autonómica, anunciada el miércoles por el líder de la federación nacionalista. Propuesta que, en el fondo, seguirá siendo tan inconstitucional como la primera (sistema de concierto y cupo), y que con toda probabilidad rechazará el Congreso de los Diputados, dejando en buen lugar a Zapatero (nada al margen de la Constitución), a Mas (más nacionalista que nadie), y a Maragall (hizo todo lo que pudo), pero privando al PSC de una barrida electoral, puesto que el compromiso es el de no convocar elecciones anticipadas.

Este último detalle, según pudo saber El Confidencial, ha causado un profundo malestar en el PSC por el acuerdo referido ya que, según estas fuentes, dicho acuerdo adoptado por debajo de la mesa en el Palacio de la Moncloa dejará en buen lugar a Maragall, pero muy mal al PSC. Así, el gran perjudicado a simple vista parece ser el secretario general del partido en Cataluña, el ministro José Montilla.

En cuanto a la nueva propuesta de financiación, Mas adelantó el miércoles que ésta tratará de "endulzar" algunos conceptos y términos de su propuesta de financiación, sin que el modelo inspirado en el concierto económico solidario que defiende llegue a "perder rigor, solidez y consistencia", con el fin de que el tripartito pueda asumir sus planteamientos.

Sin avanzar el alcance de estos retoques, que desvelará como muy tarde mañana por la mañana, Mas ha dicho que adaptará el redactado "con algunas palabras distintas, para que pueda ser más asumible, desde el punto de vista del lenguaje, a las posiciones del tripartito".

Tal y como se esperaba, el Parlamento catalán aprobó el miércoles el primer artículo del Estatuto, que define a Cataluña como una “nación”, con 120 votos a favor y 15 en contra, mientras que el título preliminar donde se incluye ha sido avalado por todos los grupos catalanes menos el del Partido Popular Catalán.

El representante del PPC, el diputado Francesc Vendrell, advirtió que "el Estatut no puede definir a Cataluña como nación, porque nación soberana sólo hay una", en alusión a España.

El Estatut saldrá adelante en Cataluña. Previamente a la aprobación por parte del Parlamento catalán del primer artículo del nuevo texto, que proclama que “Cataluña es una nación”, el líder de CiU, Artur Mas, desveló el miércoles en la cumbre de líderes de Barcelona, que había llegado a un pacto con Pascual Maragall y con Rodríguez Zapatero, para que no haya elecciones anticipadas en esta comunidad. Se trata de una jugada predefinida y a tres bandas: Maragall acepta la propuesta de financiación de Mas, el Parlament aprueba el viernes el Estatut y después, una vez en Madrid, el Congreso de los Diputados lo rechaza. De esta forma, tanto Zapatero como Mas quedarían bien ante su electorado. El primero no habría cedido a las presiones nacionalistas y el segundo habría logrado colar su propuesta en el Estatut.