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Maragall a la dirección del PSC: “O remodelo el Gobierno a mi manera o vamos a elecciones anticipadas”
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Maragall a la dirección del PSC: “O remodelo el Gobierno a mi manera o vamos a elecciones anticipadas”

Maragall se mantuvo en sus trece. Ayer por la tarde, hizo llegar a la dirección del PSC un mensaje muy claro: “O remodelo el Gobierno a

Foto: Maragall a la dirección del PSC: “O remodelo el Gobierno a mi manera o vamos a elecciones anticipadas”
Maragall a la dirección del PSC: “O remodelo el Gobierno a mi manera o vamos a elecciones anticipadas”

Maragall se mantuvo en sus trece. Ayer por la tarde, hizo llegar a la dirección del PSC un mensaje muy claro: “O remodelo el Gobierno a mi manera y cuando quiera o vamos a elecciones anticipadas”. Y la contestación no se hizo esperar y fue igual de contundente: “Pues vayamos a elecciones anticipadas... pero sin Maragall”. Esta conversación escenifica la tensión vivida este fin de semana en Cataluña en la que es, a todas luces, la mayor crisis de Gobierno de la Generalitat. Una crisis que, como reconocen los propios socialistas, supone un punto de ‘no retorno’.

El pasado viernes 14 de octubre, Pascual Maragall realizó el primer movimiento de la que será, sin duda, la principal partida de estrategia de su carrera política: entregaba a Josep Bargalló, conseller primer (número dos de la Generalitat), un esbozo de la amplia remodelación del Gobierno que pretendía acometer este mismo fin de semana, antes de la celebración en el Parlament del Debate de Política General (algo así como el debate del Estado de la Nación catalán) que tendrá lugar en los próximos días.

Bargalló, militante de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), no se lo tomó a broma. “Esto debes hablarlo con Carod-Rovira directamente”, contestó a Maragall. Y el presidente catalán telefoneó en aquel mismo instante al presidente de Esquerra para verse personalmente con él. Durante toda la tarde, Maragall y Carod-Rovira siguieron hablando y barajando listas de consejeros que debían salir, consejeros que debían entrar y áreas que se debían reestructurar.

Al final, los republicanos se mostraron contrarios a una amplia remodelación del Gobierno y el propio Carod indicó a Maragall que enero sería un buen mes para acometer cambios en profundidad. A última hora de la tarde, el secretario general de Esquerra, Joan Puigcercós, era informado punto por punto de los temas tratados por Maragall y Carod. E inmediatamente llamó al primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), el todopoderoso ministro José Montilla, para comentar los detalles de la reunión y pedirle que aplazase cualquier cambio. Puigcercós insistió al dirigente socialista que una remodelación profunda del Gobierno no sería conveniente hasta principios del año próximo.

La sorpresa, sin embargo, se la llevó Montilla, que no sabía de lo que le estaba hablando el de Esquerra y que se tuvo que enterar por él de los planes de Maragall. Desde ese momento, los teléfonos comenzaron a sonar en todos los domicilios de los dirigentes socialistas: Maragall quería remodelar el Gobierno, eliminar a la mitad de los consejeros socialistas y entregar a ERC parcelas de poder que le situarían en condiciones de igualdad con los socialistas, aun cuando tiene la mitad de sus diputados.

Maragall, el “traidor”

Era ya viernes por la noche cuando, para frenar la remodelación del Gobierno, Esquerra se decide a filtrar los planes del president, anunciando de paso que los republicanos se oponen a él. La causa de esta oposición es que ni Josep Lluís Carod-Rovira volvía al Gobierno, tal y como le había prometido Maragall, ni las cosas se habían hecho de la manera en que se tenían que hacer, pues el PSC, como señaló Montilla a Puigcercós, no podía dar luz verde a una remodelación de la que no tenía noticias. De hecho, podía votar incluso en contra de Maragall, un presidente “traidor”.

Maragall se mantuvo en sus trece. Ayer por la tarde, hizo llegar a la dirección del PSC un mensaje muy claro: “O remodelo el Gobierno a mi manera y cuando quiera o vamos a elecciones anticipadas”. Y la contestación no se hizo esperar y fue igual de contundente: “Pues vayamos a elecciones anticipadas... pero sin Maragall”. Esta conversación escenifica la tensión vivida este fin de semana en Cataluña en la que es, a todas luces, la mayor crisis de Gobierno de la Generalitat. Una crisis que, como reconocen los propios socialistas, supone un punto de ‘no retorno’.