La clave está en las licencias de la Televisión Digital en Cataluña

La intención de Pasqual Maragall de incluir a su hermano Ernest -actual secretario de Gobierno catalán- en el futuro Gobierno de la Generalitat ha irritado no sólo a sus compañeros del PSC, sino también a sus socios de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El motivo: pretende que ocupe una de las consejerías que tiene el partido de Josep Lluis Carod-Rovira y que éste considera irrenunciable, en concreto, la de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información.

Ésta, considerada una de las carteras con menos poder al comienzo de la Legislatura catalana, tendrá, sin embargo, un importante protagonismo cuando la Generalitat otorgue en breve las ambicionadas licencias de la Televisión Digital Terrestre (TDT) en Cataluña. Una potestad que Maragall quiere controlar con alguien de su máxima confianza, como es su propio hermano.

Lo de la Consejería de Universidades tampoco ha extrañado en las filas republicanas. Fuentes del partido aseguran que el entorno de Maragall ya había intentado arrebatarles con anterioridad este puesto en el Ejecutivo catalán. Algo a lo que ERC se resiste, ya que es el único puesto que los republicanos poseen en el influyente mundo de los medios de comunicación de Cataluña. Como reconocían a este diario fuentes cercanas a la dirección del partido: “Aún nos estamos arrepintiendo de no haber colocado a alguien de los nuestros en la radiotelevisión catalana, como para cederles ahora el pastel de la concesión de las licencias de la TDT”.

Ezquerra rechazó el trueque

Para intentar convencer a los republicanos, el president no ha escatimado esfuerzos en sus negociaciones con Carod-Rovira, al que le llegó a ofrecer reforzar la consejería de Comercio, en manos del republicano Huguet, con las competencias de la de Industria, hasta ahora en poder del socialista Josep María Rañé, hombre muy próximo al secretario general del PSC y ministro de Industria en Madrid, José Montilla.

El president incluso ofreció al líder de ERC potenciar el poder del conseller en cap, Josep Bargalló, sumándole las competencias de Gobernación, una cartera ya en manos de ERC y que en breve debe elaborar leyes tan importantes como la electoral. Sin embargo, en ambos casos ERC ha rechazado el ofrecimiento.

“Lo de Gobernación –señalan a El Confidencial fuentes de este partido- tiene mucho que ver con la mala relación que tiene el presidente con el conseller actual, Joan Carretero. Maragall siempre ha considerado a Bargalló más manejable, y ahora le interesa tener algo más dócil en ese departamento ya que la nueva ley electoral puede ser clave en los futuros comicios”.