‘Josu Ternera’ intenta vencer las últimas resistencias dentro de ETA para declarar una tregua

La grave enfermedad que aqueja a José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, no ha impedido al considerado actual número uno de la organización terrorista desplegar en las últimas semanas una importante actividad para reunirse en la clandestinidad con diversos dirigentes de ETA. El motivo: vencer las últimas resistencias del sector duro, encabezado por el jefe del Aparato Militar, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, para que la banda armada declare de forma inminente una tregua.

Así lo ha podido confirmar El Confidencial en varias fuentes cercanas al entorno de la organización, que añaden que el grupo liderado por el joven Txeroki se muestra reacio a dar el paso de anunciar un alto el fuego, aunque éste no sea “definitivo” y se presente simplemente como una ampliación de las dos vigentes actualmente: una, la que ha convertido Cataluña en la única comunidad autónoma libre del peligro de atentados, y dos, la que el 18 de junio dejó fuera de la lista de futuros objetivos a los cargos electos de PP y PSOE.

Siempre según estas fuentes, la intención de Josu Ternera es que el anuncio se produzca el próximo 14 de noviembre, coincidiendo con el primer aniversario de la llamada Propuesta de Anoeta, en la que la izquierda abertzale apostó por vías exclusivamente políticas con el visto bueno de la propia organización terrorista. Una fecha que, si no consigue vencer las reticencias, podría retrasarse, pero nunca más allá de fin de año. Calendario que la propia Batasuna transmitió hace poco más de un mes a su principal interlocutor en los contactos ‘oficiosos’ con el PSE, Jesús Eguiguren, y que éste, a su vez, hizo llegar a Moncloa (ver El Confidencial del pasado 13 de octubre).

Lo que descartan todas las fuentes consultadas es que las discrepancias entre los dirigentes de ETA puedan desembocar en una hipotética escisión dentro de la banda. Según éstas, en la organización terrorista no hay divisiones “operativas”, sino distintas formas de ver cómo llevar adelante el proceso y dónde situar exactamente el esperado anuncio de la tregua. Para Josu Ternera y los etarras más posibilistas, éste debe ser el inicio del proceso, mientras que Garikoitz Aspiazu y los suyos lo ven como la guinda final.

Consenso etarra

“Estos dos sectores han decidido dar todos y cada uno de los pasos de pleno acuerdo para evitar una ruptura”, apunta a este diario un interlocutor habitual de los dirigentes abertzales. “Intentan evitar a toda costa la situación que se produjo tras la tregua de Lizarra, donde las prisas estuvieron a punto de costar una escisión por no consensuar los pasos”, añade.

Las actuales gestiones de Ternera cuentan con el apoyo de los tres integrantes de Batasuna que en los últimos meses han llevado el peso de los contactos con los socialistas vascos: Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y el dirigente de LAB Rafael Díez de Usabiaga. En este sentido, los tres han multiplicado sus manifestaciones públicas en los que se aseguran que “las interlocuciones están perfiladas”, “los contenidos están orientados” y “las cosas bastantes maduras” en un intento de dar un último empujón a la banda armada.

Fuentes cercanas al mundo abertzale consultadas por este diario recalcan que “Batasuna tiene prisa por que se produzca el anuncio de una tregua. Si se quieren presentar a las elecciones municipales de 2007, su gran objetivo, necesitan tiempo para poner en marcha un proyecto político con visos de ser fiable. Y para ello les resulta clave que ETA anuncie el alto el fuego antes de que acabe el año”.