Los ‘duros’ de Batasuna cuestionan la actual estrategia negociadora de Otegi por la falta de “resultados”

El entorno de ETA vive momentos de confusión y, sobre todo, de enfrentamiento interno justo en el momento en el que arrecian los rumores de una inminente tregua de la organización terrorista. En las últimas semanas, destacados militantes de Batasuna y numerosos miembros de base han aprovechado la celebración de reuniones internas y asambleas para poner en duda la estrategia que encabeza el portavoz de la formación ilegalizada, Arnaldo Otegi, y sus dos compañeros en los contactos con los socialistas vascos, Pernando Barrena y el sindicalista Rafael Díez de Usabiaga, según han informado a El Confidencial fuentes políticas vascas.

Según estas fuentes, los críticos acusan a los actuales dirigentes de “vender un optimismo respecto a la actual situación del proceso de paz que, sin embargo, no se termina de traducir en hechos”. En concreto, éstos les echan en cara que el Gobierno de Madrid mantiene su política penitenciaria y no ha acercado a los presos de ETA al País Vasco, y que el acoso judicial a la izquierda abertzale “se mantiene e, incluso, acrecienta”.

En este sentido, todas las fuentes consultadas por este diario, recuerdan la enorme preocupación que provoca en Batasuna el inicio, el próximo 21 de noviembre, de la vista oral del conocido como Caso 18/98. Un juicio en el que 59 militantes de la ilegalizada formación deberán responder de acusaciones de colaboración con ETA por su presunta implicación en un entramado de empresas que supuestamente servían para financiar a la banda terrorista, además de por su relación con el clausurado diario Egin y las organizaciones Xaki, Ekin y la Fundación Zumalabe.

Seis procesos abiertos contra Otegi

También preocupa, y no sólo a la izquierda abertzale, el acoso judicial al propio Otegi. Desde el Ejecutivo vasco se ha criticado lo que califican de “sumarios políticos que tan sólo sirven para deslegitimar la democracia y a sus instituciones y para obstaculizar el avance hacia la paz”.

Hasta hace poco, la cabeza visible de la izquierda abertzale sólo estaba imputado en una causa abierta en 2002 por el juez Baltasar Garzón contra 41 miembros históricos de las mesas nacionales de Batasuna. Sin embargo, en las últimas semanas se han reabierto otras tres causas contra él y además está pendiente del recurso de dos condenas. En total, por estos seis procesos penales, la fiscalía pide para el dirigente de la ilegalizada Batasuna penas que suman más de 13 años de cárcel.

Las fuentes políticas vascas consultadas por este diario consideran, precisamente, que el rebrote de la kale borroka y el resurgir de las concentraciones ante las sedes del PSE son, precisamente, una respuesta a “los pocos avances sustanciales”. Y añaden que Otegi y los dirigentes de Batasuna más volcados en el diálogo con el Gobierno de Rodríguez Zapatero “se han visto obligados a consentir esta válvula de salida a los que creen que están siendo débiles en sus negociaciones con los socialistas”.