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Moncloa deja para el final la negociación de la financiación del `Estatut´ para presionar al Tripartito
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Moncloa deja para el final la negociación de la financiación del `Estatut´ para presionar al Tripartito

Las prisas por negociar con las que parecía haberse acabado el debate sobre el Estatut del 2 de noviembre en el Congreso han dado paso a

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Moncloa deja para el final la negociación de la financiación del `Estatut´ para presionar al Tripartito

Las prisas por negociar con las que parecía haberse acabado el debate sobre el Estatut del 2 de noviembre en el Congreso han dado paso a la parsimonia. Las reuniones que al día siguiente celebraba el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño -que aprovechó, por ejemplo, la presencia en Madrid aquel día del dirigente de ERC Joan Ridado para tener un encuentro personal con él-, tres semanas después sólo se han traducido en unas cuantas conversaciones telefónicas.

Una lentitud que levanta sospechas en los partidos del Tripartito (PSC, ERC e ICV) y en la otra formación catalana que apoya el nuevo Estatut, CiU. “Moncloa y el PSOE mantienen una estrategia de dilación que va a hacer prácticamente imposible que se alcance un acuerdo sobre los puntos principales antes de Navidad”, señalan a El Confidencial fuentes políticas catalanas que aún consideran clave alcanzar un acuerdo sobre los aspectos fundamentales del texto antes de que comiencen en febrero los trabajos de la Comisión Constitucional en la que se debatirán las enmiendas al texto.

Una supuesta estrategia gubernamental que preocupa al ‘cuatripartito’ aún más porque el Gobierno ha evitado abordar, en los discretos y escasos contactos habidos hasta ahora, el punto más espinoso del proyecto: la financiación. “En la prensa se han publicado estos días propuestas del Ministerio de Economía para garantizar la suficiencia financiera de la Generalitat que, sin embargo, no nos han hecho llegar”, aseguran a este diario fuentes del tripartito. Una afirmación que ayer mismo confirmaba el líder de CiU, Artur Mas, en los pasillos del Parlament.

De hecho, los partidos catalanes creen que Moncloa intenta evitar a toda costa poner sobre la mesa de la negociación el asunto del dinero hasta el último momento, todo lo contrario que ellos. Una postura que, asegura una de las fuentes consultadas, “intenta forzarnos a negociar a la baja en este aspecto capital utilizando la premura de tiempo como arma principal”. Otra fuente, sin embargo, cree que la explicación de que no haya una propuesta concreta “es fruto de la falta de acuerdo entre Moncloa, (Pedro) Solbes y (el consejero de Economía catalán, el socialista) Antoni Castells para redactar una propuesta común que presentar al resto”.

La polémica de ‘nación’

Las fuentes consultadas aseguran también que, a pesar de recientes informaciones periodísticas, el espinoso anuncio del término ‘nación’ tampoco ha sido abordado a fondo en los escasos contactos habidos hasta ahora. Los tres partidos que sustentan el Govern y CiU ya han apuntado que no aceptan su sustitución por el de ‘identidad nacional’ propuesto por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en su intervención durante el debate del Estatut en el Congreso.

Fuentes del ‘cuatripartito’ reconocen que están dispuestos a flexibilizar su postura en este tema y apuntan como una fórmula aceptable unir en un sólo apartado los dos primeros enunciados del preámbulo, de tal modo que éste quedase de la siguiente manera: “Cataluña es una nación que ejerce su autogobierno mediante instituciones propias, constituida como comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución y el presente Estatuto”. No obstante, los negociadores del Tripartito y CiU insisten en dejar este asunto para el final de la negociación.

Las prisas por negociar con las que parecía haberse acabado el debate sobre el Estatut del 2 de noviembre en el Congreso han dado paso a la parsimonia. Las reuniones que al día siguiente celebraba el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño -que aprovechó, por ejemplo, la presencia en Madrid aquel día del dirigente de ERC Joan Ridado para tener un encuentro personal con él-, tres semanas después sólo se han traducido en unas cuantas conversaciones telefónicas.