Zapatero sitúa a Rubalcaba

El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, no dio nombres, pero se mostró rotundo en una entrevista concedida a Euskadi Irratia hace escasos días: “Las vías de comunicación” que la izquierda abertzale “mantiene abiertas” con el PSOE están “blindadas”. Estas declaraciones coinciden en el tiempo con el reciente cambio de interlocutor que los socialistas han hecho en sus aún “oficiosos” contactos con el entorno de ETA: el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, ha dejado paso por orden del propio José Luis Rodríguez Zapatero a un peso pesado del partido en Madrid, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Así lo han confirmado a El Confidencial tanto fuentes del socialismo vasco como cercanas a la izquierda abertzale, que coinciden en asegurar que el gesto del jefe del Ejecutivo es interpretado como una demostración de que el incipiente proceso de paz en el País Vasco sigue avanzando. “Moncloa ha decidido mover ficha y ha apostado por elevar el rango del interlocutor para que los contactos puedan seguir adelante”. Una de las fuentes asegura a este diario, incluso, que ya se han producido acercamientos vía teléfono entre el dirigente socialista y el portavoz de la ilegalizada formación, extremo no confirmado por el resto de las fuentes consultadas por El Confidencial.

Puestos en contacto con Alfredo Pérez Rubalcaba, éste ha negado “rotundamente” la información y ha asegurado, entre sonrisas, que “más quisiera Otegi”. El político cántabro ha insistido a este diario que, tras negociar las modificaciones de la Ley Orgánica de Educación (LOE), su próximo objetivo es alcanzar un acuerdo con los partidos catalanes sobre el polémico texto de reforma del Estatut y que no entra en sus planes hablar con dirigentes de la ilegalizada formación.

Bien visto por Otegi

La elección del portavoz parlamentario socialista como principal interlocutor en el proceso no ha sido fruto del azar. A su reconocida habilidad negociadora, Rubalcaba une su inclusión en el reducido sanedrín que Zapatero creó para asesorarle cuando dio luz verde a Eguiguren para que iniciara los contactos “oficiosos” con la ilegalizada formación. Además, Rubalcaba es una persona bien vista por Batasuna y el propio Otegi, como han reconocido a este diario fuentes cercanas a la izquierda abertzale.

Sin embargo, el cambio de interlocutor socialista no ha sido tan bien recibido en determinados sectores del PSE, que consideran prematuro que se haya apartado a su presidente de este diálogo. “Sabíamos que tarde o temprano nos tendríamos que echar a un lado, pero es pronto, sobre todo porque aún no se han abierto los contactos directos con ETA”, asegura a este diario un dirigente socialista del País Vasco.

No obstante, en el PSE se era consciente de que el protagonismo de Jesús Eguiguren en el proceso tocaba a su fin, sobre todo porque no era del agrado de Ferraz. El dirigente vasco, de hecho, no goza de las simpatías de un amplio sector del aparato del partido, liderado por el secretario de Organización, José Blanco, que le quería ver cuanto antes fuera del proceso de paz.

Optimismo enfriado

El cambio de interlocutor socialista se ha producido, sin embargo, poco antes de que Moncloa haya empezado a reconocer en privado que el optimismo existente desde hace algunas semanas sobre una próxima tregua de ETA se ha enfriado. Hasta el pasado jueves, cuando se conoció la existencia de una carta de la banda armada en la que se apelaba a la intervención internacional en el proceso y en la que no había ninguna mención expresa a un alto el fuego, Zapatero y su equipo estaban convencidos de que a tregua se iba a producir antes de fin de año.