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PSOE y PP ‘miman’ a Artur Mas con vistas a una posible alianza en Madrid
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PSOE y PP ‘miman’ a Artur Mas con vistas a una posible alianza en Madrid

El presidente de Convergència i Unió, Artur Mas, vive sus momentos más dulces desde que tomó el relevo de Jordi Pujol al frente de los nacionalistas

Foto: PSOE y PP ‘miman’ a Artur Mas con vistas a una posible alianza en Madrid
PSOE y PP ‘miman’ a Artur Mas con vistas a una posible alianza en Madrid

El presidente de Convergència i Unió, Artur Mas, vive sus momentos más dulces desde que tomó el relevo de Jordi Pujol al frente de los nacionalistas catalanes. Y todo gracias a los mimos recibidos desde el Gobierno y la oposición. Incluso las encuestas internas le sitúan, por primera vez, con una puntuación superior al mismísimo Pasqual Maragall y como una verdadera alternativa de Gobierno en Cataluña. “Por fin ha encontrado un hueco a su medida en la política catalana. En estos dos últimos años, ha madurado y se ha convertido en un líder capaz de tomar el relevo al frente del Gobierno catalán”, dicen eufóricos los nacionalistas catalanes.

El discurso convergente se ha moderado en los últimos meses, especialmente después del verano. Mas ha echado mano no sólo del discurso que el propio Jordi Pujol hacía en los años 80 y 90, sino incluso de sus propios gestos. Todo ello es fruto de los intensos cursos y lecciones de su equipo de comunicación. “El tradicional ‘pactismo’, que estuvo muy mal visto en todo el entorno nacionalista en las elecciones de 2003, ha vuelto a resurgir y ahora es la estrategia política a seguir. Las tesis que siempre había mantenido el ex president Pujol se han revelado, a la postre, como las únicas capaces de atraer al electorado y de centrar el partido, que había iniciado una peligrosa deriva hacia el nacionalismo radical”, explica un ex alto cargo de la Generalitat y de CiU.

Lo cierto es que la figura de Mas ha ido subiendo enteros desde que el Estatut fue aprobado por una aplastante mayoría en el Parlamento catalán el pasado 30 de septiembre. Desde entonces, a pesar de que la contribución de CiU fue determinante para sacar adelante el texto, los dardos del Partido Popular se han dirigido exclusivamente hacia el Tripartito, cuando la culpa de la aprobación del texto es tanto de las huestes del Gobierno autonómico como de las de CiU.

Desde las filas nacionalistas, la lectura de la ‘amabilidad’ del PP es muy clara: “Si por cualquier casualidad en las próximas elecciones legislativas, sean o no adelantadas, el PP gana, es difícil que lo haga con mayoría absoluta, por lo que tendría que pactar con CiU. Por eso, prefiere no atacar directamente a los nacionalistas catalanes que pueden sacarle las castañas del fuego en un futuro próximo”, señala una fuente cercana a la dirección de CiU. El interés que tiene el PSOE es exactamente el mismo: si en un momento determinado se hace necesario prescindir de los servicios y del apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el recambio lógico sería CiU, un socio mucho más “amable” y estabilizador.

El ofrecimiento de Mas

La imagen de Mas ha ganado enteros en las últimas semanas. Su postura moderada se ha visto reforzada por el ofrecimiento de consensuar ‘a la baja’ la redacción del Estatuto de Cataluña que tantos dolores de cabeza le ha dado al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Mas ha llegado a decir que si el Estatut no se aprueba con su actual redacción, no pasará nada, sino que se puede ir ampliando en el futuro. Evidentemente, el líder convergente no ha puesto nunca fecha a la posible ampliación.

“Es una tontería que el Estatuto se encalle por una cuestión puramente semántica –señalan los más pragmáticos de CiU-. Si Cataluña es o no es una nación carece de importancia, cuando lo relevante es quién maneja el dinero. Si la financiación autonómica se fija dentro del articulado del Estatuto, ya será un éxito sin precedentes. Cataluña puede ser una nación, un territorio o lo que sea, pero si no tiene dinero ya puede denominarse de cualquier manera, porque no podrá asumir competencias. En cambio, si controla el dinero tendrá poder de decisión independientemente de si se denomina nación, realidad nacional, autonomía o región”.

El presidente de Convergència i Unió, Artur Mas, vive sus momentos más dulces desde que tomó el relevo de Jordi Pujol al frente de los nacionalistas catalanes. Y todo gracias a los mimos recibidos desde el Gobierno y la oposición. Incluso las encuestas internas le sitúan, por primera vez, con una puntuación superior al mismísimo Pasqual Maragall y como una verdadera alternativa de Gobierno en Cataluña. “Por fin ha encontrado un hueco a su medida en la política catalana. En estos dos últimos años, ha madurado y se ha convertido en un líder capaz de tomar el relevo al frente del Gobierno catalán”, dicen eufóricos los nacionalistas catalanes.