Un español financiaba ‘por amor’ al joven jefe de la célula de Al Qaeda desarticulada ayer en Málaga

José Antonio D. M., de 47 años de edad y único español de los dieciséis integrantes de la red de Al Qaeda desarticulada ayer, financiaba presuntamente desde su “buena situación financiera” las actividades terroristas de su joven “compañero sentimental” y auténtico líder del grupo, el iraquí Hiyag M., alias Abu Sufian, de 25 años. Así aparece recogido en un informe policial reservado al que ha tenido acceso El Confidencial, que destaca además que el español, incluso, se había convertido al Islam.

Siempre según dicho informe, José Antonio D. M. llegó a viajar en varias ocasiones fuera del país junto a Abu Sufian y, además, le había enviado “personalmente grandes cantidades de dinero a su compañero cuando éste estaba en el extranjero”. En España, ambos residían en la finca que el ‘converso’ tenía en la localidad malagueña de Nerja, donde también había encontrado cobijo otro de los presuntos miembros de la célula, Bahbah E. H., de nacionalidad marroquí y antiguo imán de la mezquita de Ceuta. Los tres fueron detenidos en la madrugada de ayer en ella.

La investigaciones policiales han determinado también que el joven líder de la célula “disponía de acceso muy cercano” al jefe de Al Qaeda el Iraq, el escurridizo Abu Musab Al Zarqawi. Su alta posición en el entramado montado por la organización terrorista de Osama Bin Laden para reclutar voluntarios para la jihad en Europa había llevado a Hiyag M. a “guardar estrechas medidas de seguridad, utilizando filtros de acercamientos en (las) comunicación con él (…) Trataba, a toda costa, de mantener oculta su presencia en España”.

La finca de Nerja, centro de operaciones

Abu Sufian había montado desde la finca malagueña de su compañero sentimental español una verdadera trama con los miembros de su red repartidos por varias provincias españolas –ayer se produjeron detenciones, además de en Málaga, en Sevilla, Lérida y Palma de Mallorca- que, sin embargo, estaban perfectamente estructurados y en contacto permanente vía Internet. Dichas comunicaciones las completaban, según las investigaciones policiales, con reuniones personales de sus miembros en diferentes mezquitas y casas particulares.

El joven terrorista controlaba personalmente a los voluntarios reclutados por la red para viajar a Iraq como mujahidines. De hecho, en el momento de realizarse la operación, estaban a punto de enviar a dos, uno de cuales, Oussama A., marroquí de 22 años de edad, también fue detenido en la operación. Este joven había repudiado a su propia familia y había renunciado a renovar su documentación de estancia en España, como paso previo a su marcha. Incluso, había permanecido en la Mezquita de Benalmádena (Málaga) durante un tiempo, hasta su traslado al domicilio de la capital malacitana donde fue detenido.

El grupo de Abu Sufian completaba su actividad con la falsificación de documentos, con los que introducían en Europa inmigrantes africanos, parte de los cuales tendrían como destino final EEUU. El encargado en la red de ello era supuestamente Mohammed G., actual imán de la Mezquita de La Unión, también en Málaga, con excelentes contactos con el centro religioso de la ciudad alemana de Hamburgo, sede de la célula responsable de los atentados del 11-S en Nueva York y Washington.