ERC se da por vencida en la batalla de ‘nación’ e intenta ‘in extremis’ arañar logros en financiación

Josep Lluis Carod-Rovira y Joan Puigcercós no acudirán hoy a su cita en el Palacio de la Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero. Los líderes de ERC, tras la reunión mantenida en la tarde-noche de ayer con los socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba, Francisco Caamaño, Diego López Garrido y José Montilla, han decidido retrasar el encuentro con el presidente del Gobierno hasta mañana miércoles para poder estudiar el documento que les entregaron ayer y que recoge el acuerdo “global” que el jefe del Ejecutivo alcanzó el sábado con el máximo dirigente de CiU, Artur Mas.

Un estudio que consideran clave para constatar el margen de maniobra que le queda a Moncloa y que, en una primera impresión, es estrecho, ya que, como han reconocido los interlocutores socialistas, “no habrá modificaciones sustanciales”. Tan pequeño que, si ya antes del encuentro de ayer los republicanos tenían pocas esperanzas de conseguir incluir el término “nación” en el articulado, tras la reunión han comprobado que es poco más que una quimera. “Seguiremos dando la batalla en ese tema -apuntan a El Confidencial fuentes republicanas cercanas a ambos dirigentes-, pero sabemos que es muy, muy complicado”. En público se resisten a tirar la toalla, pero en privado lo dan por hecho.

Por ello, los dirigentes de Esquerra ya decidieron este fin de semana que la financiación pasase a ser su principal y casi único caballo de batalla para intentar arrebatar algo del protagonismo a CiU. “No hemos hecho este viaje de dos años sólo para que nos den un mayor porcentaje del IRPF o el IVA”, apuntan los republicanos, muy críticos con lo que califican de “escasos avances” conseguidos por los convergentes frente a la propuesta que pusieron sobre la mesa los socialistas el pasado jueves en la última reunión multilateral.

Estas fuentes no dudan en cargar contra “la precipitación de CiU” en este tramo final de las negociaciones. “Si hubieran aguantado dos o tres días, seguramente se hubiera conseguido una mejor financiación”. De hecho, según varias fuentes consultadas, el conseller de Economía del Govern de Pasqual Maragall, el socialista Antoni Castells, había logrado arrancar en sus conversaciones con el vicepresidente económico del Gobierno de ZP, Pedro Solbes, mejores cifras que Mas en su visita a Moncloa. Siempre según estas fuentes, “Solbes estaba dispuesta a ceder hasta el 80% del IRPF y ahora sólo tenemos el 50%. Al PSOE le va a salir barato al final”.

‘Malas vibraciones’ en financiación

Sin embargo, ni siquiera en este campo, la última gran esperanza para justificar un hipotético apoyo al Estatut, Esquerra consiguió ayer buenas vibraciones. De hecho, el encuentro, de casi tres horas de duración, se centró en abordar lo que desde el PSOE calificaron de “flecos” en otros aspectos competenciales como Justicia, puertos y aeropuertos, y peajes.

La negativa de los socialistas a tocar una coma de su acuerdo con CiU acrecienta el malestar existente en las filas republicanas, que incluso dejaron abierta la posibilidad de no acudir tampoco el miércoles al encuentro en Moncloa con Zapatero. Una malestar que ya quedó de manifiesto en la reunión de la Ejecutiva de ERC de ayer por la mañana, donde la práctica totalidad de sus treinta integrantes se manifestaron en contra de apoyar el proyecto tal y como está en estos momentos.

El cada vez más probable rechazo al texto se revistirá, con bastante probabilidad, de abstención. “Un ‘no’ nos pondría del lado del PP y eso no es asumible por nuestros votantes”, reflexiona a este diario en voz alta un miembro destacado de Esquerra.