La cúpula de CiU ofrece ya cargos en Madrid a sus cuadros ante la previsión de entrar en el Gobierno

El líder de Convergència i Unió, Artur Mas, da por hecho que los nacionalistas entrarán en el Gobierno que se pueda formar después de las próximas elecciones legislativas si el PSOE no logra mayoría absoluta. Ese fue uno de los compromisos que ató durante las pasadas semanas con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. En el aire queda, no obstante, una gran coalición con los socialistas catalanes para formalizar también un gabinete ‘socioconvergente’ en Cataluña.

Algunos cuadros de la coalición han recibido ya ofertas formales de la cúpula de CiU para saber si estarían dispuestos a trasladarse a Madrid e integrarse en el organigrama de algún ministerio, según han reconocido a El Confidencial fuentes de este partido. En determinados círculos se apunta incluso a Josep Antoni Duran i Lleida como el candidato mejor situado para optar a una plaza en el Ejecutivo de Madrid.

“En realidad, a Duran le gusta que cuenten con él para eso, pero es a Artur Mas a quien le interesa especialmente alejarlo de la actividad diaria en Cataluña con el objetivo de tener las manos más libres y no sentirse presionado por alguien que le puede disputar el sillón”, reconocen estas mismas fuentes.

Las relaciones entre Duran y Mas se han tensado en los últimos días debido al excesivo protagonismo del segundo tras el acuerdo con el PSOE para apoyar el Estatuto catalán que debe ir a las Cortes. Duran no se corta ni un pelo y critica abiertamente a Mas su “oportunismo”. Para el presidente de Unió Democràtica de Catalunya, el verdadero artífice del pacto ha sido él y Mas tuvo que plegarse a sus tesis –en detrimento del ala soberanista de Convergencia- ante el riesgo de aparecer como un satélite de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

La incógnita ahora es establecer con precisión en qué áreas entrarían los nacionalistas. Se especula con la cartera de Asuntos Exteriores para que sea gestionada por el propio Duran, pero desde Barcelona se reclama también alguna cartera del área económica o industrial, que tenga un determinado peso dentro del Gobierno.

Gran coalición en Cataluña

Por otra parte, los convergentes están dispuestos a llegar a un amplio acuerdo con los socialistas para formar una gran coalición en Cataluña y gobernar coaligados en esta comunidad a partir de las próximas elecciones autonómicas. “El Gobierno que saldría podría llegar a tener un apoyo de más del 70% de los ciudadanos y abarcaría un amplísimo espectro ideológico y social, con lo que tendría una estabilidad nunca vista hasta ahora”, señalan fuentes nacionalistas.

La gran coalición no pudo materializarse tras las últimas autonómicas porque “no era el momento; la gente no lo hubiera comprendido. Pero ahora sí se puede dar esta unión, que es la más lógica que pueda darse en el espectro político catalán”. Los nacionalistas consideran, en este sentido, que el reparto del poder dentro de la Generalitat no sería problema. “Lo importante es que, cuando se convoquen nuevas elecciones, se hayan superado ya los traumas y se pueda llegar a esa gran coalición con toda naturalidad. Y que los problemas personales que hubiera podido haber entre Artur Mas y Pasqual Maragall en el pasado estén ya resueltos del todo”, dicen en CiU.

De todos modos, la participación de CiU en el Gobierno central no implica que tenga que establecer coalición necesariamente con el PSC en Cataluña. “Una cosa no quita la otra. La Federación de CiU puede perfectamente participar en la gobernabilidad del Gobierno central y continuar como la principal fuerza de oposición en Cataluña. Pero si CiU gana las próximas autonómicas habrá que ver cómo se resuelve el tema y en qué medida se reclama el apoyo de los socialistas para garantizar también la gobernabilidad de la Generalitat, aunque esté en manos de CiU”, afirman los nacionalistas.