El matrimonio gay, el aborto y la eutanasia ponen en peligro la ‘luna de miel’ entre Mas y Zapatero

El acuerdo alcanzado por el líder de CiU, Artur Mas, y José Luis Rodríguez Zapatero el sábado 21 de enero en Moncloa para reformar el Estatut había iniciado un periodo de colaboración entre ambas formaciones que se iba trasladando poco a poco a otros ámbitos de vida política. Sin embargo, la reunión de ayer de la ponencia parlamentaria que estudia el polémico texto ha puesto en peligro esta idílica luna de miel. El motivo: la negativa del PSOE a retirar o modificar sustancialmente del articulado los capítulos referidos al matrimonio gay, la interrupción voluntaria del embarazo, el derecho a una muerte digna y la educación laica.

CiU ya había intentado durante las negociaciones entre el cuatripartito y los socialistas eliminar de un plumazo dichos artículos (ver El Confidencial del pasado 30 de diciembre), aunque sin éxito ante la negativa del resto de las formaciones, sobre todo de ICV, que siempre ha considerado los mismos su “aportación más significativa” al Estatut.

De hecho, en la primera reunión multilateral que se celebró en Barcelona entre los representantes del Gobierno y de los cuatro partidos que defendían el texto salido del Parlament, los representantes en aquella ocasión de CiU, Francesc Homs y Josep Lluis Sánchez Llibre, intentaron por sorpresa eliminarlos a toda costa, ante la firme oposición de los ecosocialistas de Joan Saura y ERC, que calificaron entonces la actitud de los convergentes de “insólita” y “muy grave”.

El doble juego de Zapatero

Ayer, los representantes en la ponencia de CiU -de nuevo Homs, además de Ramóm Camp y Nuria de Gispert- volvieron a intentar suprimir dichos artículos, sin éxito de nuevo, a pesar de que, desde la reunión de Mas y Zapatero en Moncloa, los convergentes habían asegurado en público y privado que el acuerdo que habían alcanzado con el presidente del Gobierno incluía modificaciones sustanciales, si no la eliminación, de dichos puntos. Finalmente, se han tenido que conformar con “pequeñas modificaciones”, como las calificaba a este diario Joan Herrera, de ICV.

El resultado final de la jornada de la ponencia ha encendido los ánimos de Artur Mas, quien ayer mismo, desde Cataluña, acusaba al PSOE de practicar un doble juego y pactar “cosas diferentes y contradictorias con nosotros y con ICV”. El líder de CiU lanzó, incluso, una velada amenaza: “No podemos dejar pasar que el pacto hecho con nosotros respecto al tema de derechos y deberes quede en nada”.

El roce con el Gobierno, a pesar de la aparente sorpresa manifestada por Mas, era esperado en CiU, sobre todo en las filas de Unió, la pata de la coalición que lidera Josep Antoni Durán i Lleida. Éste, que en los últimos días ya no se ha recatado en mostrar públicamente sus discrepancias con su compañero de partido por cómo llegó al acuerdo con Zapatero, evitó, de hecho, asistir a la reunión de la ponencia. Una actitud en la que fue secundado por su mano derecha en la negociación, el también diputado en Madrid Sánchez Llibre.

El cumpleaños de la hija de Durán

La excusa esgrimida por Durán para justificar dicha ausencia en el día en el que se abordaba los polémicos artículos fue el dieciocho cumpleaños de su hija. Una excusa que, como ha podido comprobar El Confidencial, ha provocado cierta hilaridad en el resto de las formaciones catalanas. “No ha querido estar presente en una derrota que, por mucho que se indigne ahora Mas, se esperaban”, apuntan a este diario fuentes políticas.