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El PSE presenta una ‘hoja de ruta’ para “la pacificación” repleta de guiños a Batasuna
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El PSE presenta una ‘hoja de ruta’ para “la pacificación” repleta de guiños a Batasuna

El Partido Socialista de Euskadi (PSE) hizo público ayer su hoja de ruta “sobre pacificación y normalización” en un documento en el que, además de fijar

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El PSE presenta una ‘hoja de ruta’ para “la pacificación” repleta de guiños a Batasuna

El Partido Socialista de Euskadi (PSE) hizo público ayer su hoja de ruta “sobre pacificación y normalización” en un documento en el que, además de fijar las condiciones y premisas para poner en marcha la célebre Mesa de Partidos una vez se haya producido el fin de la violencia, lanza numerosos guiños a Batasuna.

El documento recoge, de hecho, uno de los principales compromisos alcanzados por los socialistas vascos con la izquierda abertzale en sus reuniones “oficiosas” de los últimos meses y que fue avanzado en exclusiva por El Confidencial el pasado lunes: la necesidad de que los acuerdos que se alcancen en dicha mesa tengan necesariamente tanto el apoyo de formaciones nacionalistas como de no nacionalistas, y no sólo de “una de las dos grandes sensibilidades políticas enraizadas en Euskadi”.

Es a este punto, precisamente, al que el documento -de veinticinco folios de extensión- dedica más espacio: “Para la adopción de acuerdos no sirve el principio de la mayoría (...). Ningún acuerdo puede ser posible sin que representantes de las dos grandes sensibilidades políticas presten su consentimiento al mismo”, insiste.

El texto, que ha sido elaborado por el presidente de la formación, Jesús Eguiguren, principal promotor de los contactos con Batasuna, no hace, sin embargo, mención expresa a la ilegalizada formación, a la que alaba abiertamente: “Primero fue el nacionalismo radical, quien, con todos sus titubeos y sin ser coherentes hasta las últimas consecuencias, en la Declaración de Anoeta apostó por los acuerdos plurales”.

Los socialistas vascos defienden en el documento -titulado Hacia la libertad y la convivencia- que la mesa debe contar necesariamente con Batasuna: “Es importante la presencia en ese foro multipartidista de todas las sensibilidades políticas vascas, con la única condición del rechazo a la violencia y la apuesta por el uso de métodos exclusivamente democráticos”, para añadir poco después que “no deben existir razones políticas para que nadie se auto excluya o quede excluido del proceso de normalización política”.

Empleo del adjetivo “permanente”

El texto -del que el PSE presume que tiene “un fin fundamentalmente práctico”- llega a utilizar la palabra “permanente” para calificar el “final del uso de la violencia o del apoyo a ella”. Un adjetivo que, precisamente, ha sido barajado por la izquierda abertzale para referirse a una hipotética tregua de ETA en sus discretos encuentros con los socialistas vascos de los últimos meses.

El documento insiste en que ésta es “la condición sine qua non para considerar que estamos ante un nuevo tiempo, ante un proceso de pacificación y normalización”. Y añade que “no sólo es el principio, sino también la garantía de todo el proceso. Porque su no cumplimiento lo interrumpiría y frustraría de forma inmediata”.

Los socialistas vascos hacen también suya la idea expuesta públicamente en los últimos meses por José Luis Rodríguez Zapatero de que el proceso de paz es “un camino largo y difícil” del que, aseguran, “el final feliz no está asegurado”. A pesar de ello, y como recogen en la introducción, insisten en apostar por el diálogo: “Vivimos tiempo de esperanza. El futuro confirmará o frustrará estas expectativas. Pero es nuestra obligación contribuir a que las cosas evolucionen en sentido positivo”.

El Partido Socialista de Euskadi (PSE) hizo público ayer su hoja de ruta “sobre pacificación y normalización” en un documento en el que, además de fijar las condiciones y premisas para poner en marcha la célebre Mesa de Partidos una vez se haya producido el fin de la violencia, lanza numerosos guiños a Batasuna.