Interior estudia poner escoltas a los diputados catalanes en Madrid por la crispación generada con el `Estatut´

La virulencia del debate político que enfrenta a los diferentes partidos políticos a cuenta del nuevo Estatuto de Cataluña ha calado en la calle. Tanto que, ante la sucesión de leves altercados que han sufrido algunos diputados catalanes en los últimos meses, el Ministerio del Interior estudia poner policías de escolta a éstos cuando se encuentren en Madrid, según ha podido confirmar El Confidencial en varias fuentes.

El equipo de José Antonio Alonso ya ha aumentado, de hecho, la protección del propio Congreso de los Diputados, donde, según las fuentes policiales consultadas, se incorporaron a comienzos de febrero una veintena de agentes de la Unidad Central de Protección para reforzar la seguridad del mismo mientras dure el trámite parlamentario del polémico Estatut. Entre las misiones de dichos policías se encuentra prestar servicio de contra vigilancia en los hoteles cercanos a la Cámara Baja, donde se alojan, precisamente, los políticos catalanes más conocidos cuando pernoctan en la capital.

Más despacio va, sin embargo, la asignación de agentes de paisano que acompañen a los representantes de los partidos catalanes durante sus desplazamientos por Madrid. Según los datos en poder de este diario, ninguno de ellos cuenta aún con escolta policial, aunque a alguno de los grupos políticos, en concreto a ERC, ya se le planteó el año pasado la posibilidad de que tres de sus diputados más conocidos -el portavoz Joan Puigcercós, Joan Puig y Joan Tardá- contaran con servicio de protección cuando se encontraran en Madrid.

Insultos y escupitajos

Los dirigentes republicanos descartaron la propuesta entonces y aún hoy aseguran no verla necesaria, aunque reconocen que en más de una ocasión han sido increpados al caminar por la calle. El otro gran partido catalán, CiU, asegura a este diario que nadie se ha dirigido a ellos para hacerles dicho ofrecimiento. Precisamente, el portavoz de este grupo en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida, tuvo que abandonar el pasado jueves la Facultad de Ciencias Sociales y Derecho de Toledo, donde había acudido a dar una conferencia sobre el Estatut, por la puerta de atrás. El motivo: una decena de jóvenes le esperaban en la entrada principal para increparle.

No ha sido éste, ni mucho menos, el único incidente sufrido por los políticos a cuenta del polémico proyecto. El líder de IU, Gaspar Llamazares, ha asegurado a El Confidencial que hace algunas semanas, cuando paseaba con su mujer por el centro de Madrid, fue rodeado por un grupo de jóvenes que le escupieron tras acusarle de apoyar el texto.

Una crispación que también han vivido en primera persona los propios líderes de ERC y CiU, Josep Lluis Carod-Rovira y Artur Mas, cuando han acudido a la capital con motivo de los debates y negociaciones sobre el Estatut. Sin embargo, en ambos casos el Ministerio del Interior no tiene que preocuparse de su protección. Ambos políticos viajan a la capital acompañados siempre de, al menos, uno de los agentes de los Mossos d’Esquadra que integran sus respectivas escoltas en Cataluña.