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Batasuna y PSE acordaron el 16 de noviembre ceder el relevo del proceso de paz a Gobierno y ETA
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Batasuna y PSE acordaron el 16 de noviembre ceder el relevo del proceso de paz a Gobierno y ETA

El pasado 16 de noviembre, sólo dos días después del primer aniversario de la llamada Propuesta de Anoeta de la izquierda abertzale, representantes de la ilegalizada

Foto: Batasuna y PSE acordaron el 16 de noviembre ceder el relevo del proceso de paz a Gobierno y ETA
Batasuna y PSE acordaron el 16 de noviembre ceder el relevo del proceso de paz a Gobierno y ETA

El pasado 16 de noviembre, sólo dos días después del primer aniversario de la llamada Propuesta de Anoeta de la izquierda abertzale, representantes de la ilegalizada Batasuna y dirigentes del PSE se volvieron a reunir. Lo que en principio iba a ser un contacto más de los numerosos que han mantenido ambos partidos desde que iniciaran sus negociaciones ‘oficiosas’ a finales de 2004, se convirtió finalmente en una encuentro clave. El trabajo de ambas formaciones para preparar el proceso de paz concluyó y se cedió el relevo en el mismo a Gobierno y ETA.

Así lo han confirmado a El Confidencial fuentes conocedoras del estado actual del proceso, que añaden que la reunión tuvo lugar en el caserío Txillarre, de la localidad guipuzcoana de Elgoibar, el pueblo natal de Arnaldo Otegi. Emplazamiento que siempre ha sido utilizado como lugar de encuentro, a pesar de que su existencia fuera revelada por el semanario Tiempo en mayo de 2005.

Significativamente, los rumores de tregua se comenzaron a disparar tras dicha reunión, potenciados en muchos casos por las declaraciones del propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, desde entonces, Moncloa ha puesto hasta en tres ocasiones fecha al esperado anuncio. Primero iba a producirse antes de fin de año. Luego, coincidiendo con la asamblea de Batasuna. Y, finalmente, la tercera semana de febrero.

Siguen los contactos ‘oficiosos’

Estas mismas fuentes aseguran que el encuentro del 16 de noviembre no ha significado, ni muchos menos, el fin de los contactos entre Batasuna y PSE. Representantes de ambos partidos han seguido manteniendo contactos, los cuales han llegado a ser muy intensos en los momentos más delicados, como cuando estalló la polémica del intento de la ilegalizada formación de celebrar su asamblea en Baracaldo el pasado enero.

Sin embargo, desde entonces, la función de estos encuentros ha sido mantener la confianza surgida en los últimos meses y concretar los compromisos de ambas formaciones sobre los mecanismos y contenidos de la Mesa de Partidos que se constituirá tras una hipotética tregua de la banda armada.

Un cambio de rol

Según algunas fuentes políticas vascas consultadas por este diario, Batasuna venía proponiendo a los socialistas vascos ceder el protagonismo del proceso de paz a los representantes del Ejecutivo y ETA desde el pasado verano (ver El Confidencial del pasado 2 de agosto). Ya entonces los líderes de la ilegalizada formación consideraban que éste estaba “suficientemente maduro” para que se produjera el primer encuentro cara a cara entre ambos.

De hecho, la banda armada hizo llegar poco después un mensaje a Moncloa en el que exigía como condición para anunciar una tregua el establecimiento de un contacto directo entre el Gobierno y miembros de la organización terrorista, algo a lo que se resistía el Ejecutivo sin el anuncio previo de un alto el fuego. Hasta entonces, los contactos entre ambos habían sido siempre a través de una vía indirecta.

Ya entonces, los dirigentes de Batasuna utilizaron como argumento ante los socialistas vascos la necesidad de propiciar dicho cara a cara cuanto antes, como única forma de acelerar el ansiado alto el fuego. Los miembros de la izquierda abertzale insistían que dicho encuentro no tendría como objetivo llegar a ningún tipo de acuerdo concreto, sino simplemente permitir a la banda comprobar que el Ejecutivo socialista está dispuesto a encontrar una salida a sus presos, y a los representantes de Moncloa constatar que la organización terrorista tiene intención real de abandonar las armas.

El pasado 16 de noviembre, sólo dos días después del primer aniversario de la llamada Propuesta de Anoeta de la izquierda abertzale, representantes de la ilegalizada Batasuna y dirigentes del PSE se volvieron a reunir. Lo que en principio iba a ser un contacto más de los numerosos que han mantenido ambos partidos desde que iniciaran sus negociaciones ‘oficiosas’ a finales de 2004, se convirtió finalmente en una encuentro clave. El trabajo de ambas formaciones para preparar el proceso de paz concluyó y se cedió el relevo en el mismo a Gobierno y ETA.