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El juez Del Olmo interrogará en secreto en Rabat al que Marruecos considera auténtico ‘cerebro’ del 11-M
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El juez Del Olmo interrogará en secreto en Rabat al que Marruecos considera auténtico ‘cerebro’ del 11-M

A punto de cumplirse el segundo aniversario de los atentados del 11 de marzo en Madrid, el juez de la Audiencia Nacional que instruye el sumario,

Foto: El juez Del Olmo interrogará en secreto en Rabat al que Marruecos considera auténtico ‘cerebro’ del 11-M
El juez Del Olmo interrogará en secreto en Rabat al que Marruecos considera auténtico ‘cerebro’ del 11-M

A punto de cumplirse el segundo aniversario de los atentados del 11 de marzo en Madrid, el juez de la Audiencia Nacional que instruye el sumario, Juan del Olmo, continúa la búsqueda del verdadero cerebro de la matanza. Una búsqueda que le llevará en breve a Rabat, la capital de Marruecos, donde pretende interrogar discretamente a Saad Houssaini, un terrorista del que la Policía de este país sospecha que puede haber sido uno de los principales promotores, al menos ideológico, de la masacre.

Para ello, y como ha podido confirmar El Confidencial en fuentes judiciales y de los servicios de la lucha antiterrorista españoles, el juzgado de Del Olmo ha remitido recientemente una solicitud de comisión rogatoria para poder desplazarse al país magrebí e investigar la presunta implicación de Houssaini en el 11-M. Una petición que, al parecer, también han cursado magistrados franceses y belgas que investigan tramas islamistas en sus países.

Saad Houssaini, conocido por el alias de Mostafa Sebtaoui, es uno de los fundadores del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), organización terrorista a la que estaban ligados varios de los inculpados del 11-M y a la que los servicios de información de Reino alauí considera responsable de los atentados de mayo de 2003 en Casablanca, que costaron la vida a 45 personas.

El terrorista -nacido en la localidad marroquí de Meknes en 1963- es considerado el responsable del GICM para Europa, así como un experto en la elaboración de artefactos explosivos. De hecho, la Policía marroquí destaca en su ficha que se licenció en Químicas en su ciudad de origen y que en los años 90 amplió sus estudios en España, en concreto en la Universidad de Barcelona, antes de marchar como muyahidín a Afganistán.

En los campamentos de Bin Laden

Los servicios de la lucha antiterrorista del reino alauí tienen constancia de su paso por el célebre campamento de Al Qaeda de Farouk, donde acudía habitualmente el propio Osama Bin Laden, así como de que en 2001 fue el responsable de una madafa (residencia islámica) en Kabul reservada para terroristas marroquíes. Su presencia también ha sido detectada en los últimos años en Pakistán, Arabia Saudí y Siria.

Su detención se produjo, precisamente, en este último país hace meses, desde ahí ha sido extraditado a Rabat en fecha no determinada. Un secretismo que han alimentado las propias autoridades marroquíes, que no han hecho público que el terrorista se encontraba en su poder hasta fechas recientes.

De hecho, su captura sigue rodeada por el misterio, aunque medios de comunicación marroquíes aseguran que fue detenido cerca de la frontera con Iraq, a donde se había desplazado para recoger a un grupo de muyahidines que pretendía incorporarse a la guerra en este país.

Saad Houssaini ha sido durante años uno de los terroristas más buscados por los agentes del país magrebí, a los que consiguió eludir en el último momento en al menos tres ocasiones. Su capacidad de ocultación fue tal que, incluso, la Policía marroquí llegó a tener dos fichas abiertas, una a su nombre y otra a la de su alias, sin saber que se trataba de la misma persona.

A punto de cumplirse el segundo aniversario de los atentados del 11 de marzo en Madrid, el juez de la Audiencia Nacional que instruye el sumario, Juan del Olmo, continúa la búsqueda del verdadero cerebro de la matanza. Una búsqueda que le llevará en breve a Rabat, la capital de Marruecos, donde pretende interrogar discretamente a Saad Houssaini, un terrorista del que la Policía de este país sospecha que puede haber sido uno de los principales promotores, al menos ideológico, de la masacre.