El ‘caso Parot’ obligará a prolongar su estancia en prisión a 230 de los 497 presos de ETA

La nueva doctrina del Tribunal Supremo establecida por el llamado caso Parot obligará finalmente a 230 de los actuales 497 presos de ETA a cumplir ‘efectivamente’ 30 años de reclusión, según cálculos con fecha de ayer realizados por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias a los que ha tenido acceso El Confidencial. A ellos se sumarán, además, nueve de los 30 internos de los GRAPO y los dos del Exercito Guerrilleiro do Povo Galego Ceibe (EGPGC) que aún permanecen encarcelados. Esta cifra supera ampliamente las primeras estimaciones hechas por la Audiencia Nacional, que fijaban el número de terroristas afectados en sólo 184.

Fuentes penitenciarias reconocían a este diario que esta cifra aún puede aumentar en los próximos días, ya que “aún no se han repasado con detenimiento todos los expedientes”, entre otros motivos porque no sólo afecta a condenados por delitos de terrorismo, sino también a narcotraficantes, atracadores, agresores sexuales, violadores... lo que puede elevar el número de reclusos afectados hasta los 1.000.

Hasta ahora, tanto los terroristas como los delincuentes que contaban con varias condenas que sumaban cientos de años de prisión veían cómo los beneficios penitenciarios que lograban se descontaban sobre una condena de 30 años, el máximo de estancia en prisión que permitía el Código Penal de 1973 por el que fueron enjuiciados. Ello se traducía en su salida de la cárcel, en la mayoría de los casos, antes de cumplir los 20 años efectivos entre rejas.

Sin embargo, el nuevo sistema de redención de penas que ha establecido el Tribunal Supremo obliga a que dichos beneficios penitenciarios se apliquen a cada una de las condenas, lo que evita que aquellos que tengan penas múltiples y centenarias puedan salir antes de los treinta años efectivos entre rejas. De este modo, el etarra francés Henri Parot, a pesar de haber podido acumular las 26 condenas que se le habían impuesto -que sumaban 4.799 años de prisión- en una sola de 30 años, no podrá aplicar sobre ésta las redenciones, lo que prolongará su estancia en prisión hasta 2020, nueve años más de lo calculado en un primer momento.

Como él, otros 229 etarras verán retrasada su salida de la cárcel, 16 de los cuales lo iban a hacer este mismo año y cuyas excarcelaciones han sido frenadas en seco. Entre ellos se encontraban históricos de la organización terrorista como Domingo Troitiño -autor, entre otros, del atentado contra el Hipercor de Barcelona- y José Antonio López Ruiz, Kubati -condenado por el asesinato de la dirigente de ETA reinsertada Dolores González Catarain, Yoyes-.

Congelar permisos y terceros grados

Durante la revisión de los calendarios de cumplimientos, que en un primer momento se esperaba rápido gracias al sistema informático del que dispone Instituciones Penitenciarias, han surgido “numerosas dudas”, según las fuentes consultadas por este diario. Una de ellas era saber si la medida se aplicaba a aquellos reclusos que ya disfrutaban de libertad condicional -entre ellos, por ejemplo, otros tres miembros del EGPGC-, lo que obligaría a su reingreso en prisión para cumplir un mínimo de cinco años más. La Audiencia Nacional parece haber descartado aplicarla sobre ellos.