Ibarretxe manifiesta en privado su pesimismo sobre el futuro del proceso de paz en Euskadi

"Estoy convencido de que las luces son mayores que las sombras (...), de que vamos a ver la paz”. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, trasladaba ayer públicamente un mensaje de esperanza al empresariado vasco en el acto de inauguración de la nueva sede de la Cámara de Comercio de Guipúzcoa, en el que participaron también los Príncipes de Asturias. Sin embargo, la opinión real que el jefe del Ejecutivo vasco tiene sobre el incipiente proceso es radicalmente distinta, como lo demuestran los comentarios que en privado ha hecho a varios de sus consejeros en los últimos días en los que ha manifestado su “pesimismo” sobre el futuro del mismo, según han confirmado a El Confidencial fuentes políticas vascas.

El lehendakari ha justificado a sus interlocutores su falta de esperanza tanto en la actitud de los socialistas y del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como en la de la izquierda abertzale: “El PSOE no va a mover ficha antes de que se anuncie una tregua y, además, lo que ofrezca no va a ser nunca suficiente ni para Batasuna ni para ETA”. Ibarretxe está convencido, además, de que los contactos entre el PSE y la ilegalizada formación están en estos momentos “encallados” y con un serio riesgo de seguir así durante un largo periodo de tiempo por culpa, entre otras causas, de la reciente muerte de dos presos etarras y el posible encarcelamiento de los principales interlocutores de Batasuna.

Una visión negativa que es compartida por la propia dirección del PNV, como confirmó el pasado miércoles el portavoz del Euskadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, al leer un comunicado en el que dejaba entrever la inquietud del partido ante unas expectativas de paz que no terminan de concretarse en un abandono de las armas por parte de ETA. “Llevamos dieciséis meses mareando la perdiz, repitiéndonos, pero sin, hasta ahora, adelantar nada”, aseguraba la declaración pública de los nacionalistas.

Su papel en la Mesa de Partidos

Fuentes del Ejecutivo vasco consultadas por este diario destacan que el lehendakari se ha mantenido significativamente en un segundo plano en plena efervescencia de especulaciones sobre una inminente tregua de ETA, y que las pocas veces que ha hecho pública su posición al respecto se ha mostrado muy cauteloso. Bastante más que otros miembros de su gabinete, como el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, de EA, quien llegó a afirmar hace semanas que ya había un “principio de acuerdo” entre el Gobierno de Zapatero y la banda armada.

El lehendakari incluso ha anunciado en una comida con periodistas que está dispuesto a dejar en manos de las formaciones políticas vascas la decisión sobre cuál debe ser su papel en la célebre mesa de partidos que él mismo auspició en su discurso de investidura y que pretendió impulsar con la creación, el pasado 1 de febrero, de un Consejo Político del que él formaba parte.

Conocedor de la fuerte oposición a que sea él quien la lidere manifestada por varios grupos -entre ellos el PSE, Batasuna y sus propios socios de Gobierno, EA-, Juan José Ibarretxe ha asumido que debe ceder el protagonismo en un proceso cuyo futuro, por otra parte, no termina de ver claro.