Zapatero pretende valerse de Blair y Clinton para ‘blindar’ internacionalmente su diálogo con ETA

José Luis Rodríguez Zapatero va a intentar que el incipiente proceso de paz no se reduzca ni a las conversaciones de representantes de su Ejecutivo con miembros de ETA, ni a las negociaciones entre las formaciones vascas en la Mesa de Partidos. De hecho, el presidente del Gobierno pretende implicar a sindicatos, empresarios, colectivos sociales e, incluso, personalidades internacionales para que, a partir de ahora, hagan públicas declaraciones de apoyo con el objeto de blindar el diálogo con la banda armada, ante los previsibles ataques del PP y un sector de las víctimas del terrorismo.

De hecho, Moncloa lleva meses intentando sumar a esta estrategia a dos de las personas que intervinieron decisivamente en los acuerdos de paz de Irlanda, el primer ministro británico, Tony Blair, y el ex presidente de EEUU, Bill Clinton. Así lo ha podido confirmar El Confidencial en fuentes conocedoras del estado actual del proceso, que indican que el deseo de Zapatero es que ambos hagan públicas sendas declaraciones de apoyo a la apertura de un diálogo con ETA.

De hecho, un portavoz oficial de Downing Street ya expresó ayer su esperanza de que la organización terrorista cumpla sus compromisos y aseguró que el Ejecutivo británico aplaudía el anuncio. En la misma línea se inscribieron las declaraciones del presidente de Francia, Jacques Chirac, para quien el comunicado de la banda armada abre una "gran esperanza", a la vez que reiteraba su apoyo para poner fin a la "plaga" terrorista.

Los apoyos dentro de España

También para los próximos días se esperan otras declaraciones de apoyo desde dentro de España. En concreto, los sindicatos vascos -como reveló en exclusiva El Confidencial los pasados 8 y 17 de febrero- llevan meses trabajando en la elaboración de un manifiesto de apoyo al proceso de paz. En uno de los puntos de este documento se recogía el derecho de los vascos a ser consultados sobre el futuro marco jurídico-político de Euskadi y a que se respete su voluntad. El sindicato abertzale LAB intentó que se hiciera público antes de la tregua para dar un impulso definitivo a ésta, pero UGT y CCOO se resistieron. Ahora ese impedimento ya no existe.

Además de los sindicatos, se espera que en los próximos días haya también un respaldo explícito al proceso de paz de las principales organizaciones empresariales vascas, encabezadas por la mayoritaria Confebask. Se cree, incluso, que el manifiesto elaborado por 35 parlamentarias vascas de la Cámara de Vitoria -y que iba a ser hecho público en principio el pasado 8 de marzo- pueda salir finalmente a la luz.

Desde la Iglesia vasca, considerada siempre como uno de los elementos claves en todas las negociaciones con ETA, también se espera algún tipo de manifestación oficial de respaldo a la apertura del proceso, sobre todo cuando al frente del Obispado de San Sebastián se encuentra monseñor Juan María Uriarte, quien ya hizo de mediador entre ETA y el Gobierno de Aznar en 1999. De hecho, Uriarte hizo pública el pasado 1 de enero una pastoral, Pasos hacia la paz, en la que aseguraba que “la herramienta principal para construir la paz es el diálogo” y reclamaba “mutua lealtad entre los interlocutores”.