ERC cree haber identificado al ‘soplón’ de su peculiar sistema de financiación

El aparato de ERC está seguro de haber identificado a la persona que filtró la carta en la que el partido catalán amenazaba a altos cargos del Govern con despedirlos si no pagaban un porcentaje de su sueldo al partido. En concreto señalan a un ex asesor de la Secretaría General de Juventud, organismo que depende del primer conseller, Josep Bargalló. Según las fuentes republicanas consultadas por El Confidencial, dicho empleado actuó supuestamente “por venganza” tras ser despedido a comienzos de marzo.

En ERC recalcan que el trabajador -que reconocen que se negó a aportar un porcentaje de su sueldo a las arcas del partido- ocupaba su puesto desde la época de los gobiernos de CiU y que ganaba por encima de los 3.500 euros netos mensuales. Estas fuentes señalan que, junto a él, fueron despedidos otros dos empleados que tampoco abonaban el porcentaje exigido de su sueldo al partido, aunque éstos tenían un nivel inferior en el organigrama de la Generalitat. Sobre ellos también se cierne la sospecha de haber filtrado sus cartas como represalia.

El escándalo, que ha sido interpretado en el seno de ERC como una “maniobra” para forzar a los republicanos a apoyar finalmente el Estatut, ha servido también para empeorar las ya maltrechas relaciones entre los hombres de Josep Lluis Carod-Rovira e ICV. De hecho, desde Esquerra no se han recatado en acusar abiertamente a la diputada de este partido en el Parlament, Dolors Camats, de filtrar la noticia a la prensa.

También han sentado muy mal las declaraciones realizadas por Joan Saura, presidente de la formación ecosocialista y conseller del Ejecutivo de Pasqual Maragall, que desde Esquerra consideran “muy agresivas” y alejadas de las críticas mucho más comedidas hechas públicas por el otro socio del Govern, el PSC.

Ayer mismo, en el seno de ERC se negaba la posibilidad de que el principal afectado por el escándalo, el secretario general de presidencia y, a la vez, secretario de organización y finanzas de su partido, Xavier Vendrell, dimitiera. Incluso advertían que si desde el Ejecutivo catalán se le hacía pagar responsabilidades políticas, “se podría producir un punto de inflexión muy peligroso para la continuidad del Govern”. ERC insiste, para justificarse, que su método de financiación es similar al que siguen los otros partidos: “Nuestro error es haberlo hecho por escrito”.