La Ertzaintza dudó de la ‘oportunidad’ de hacer las dos primeras detenciones de etarras tras la tregua

La detención ayer en Bilbao de dos presuntos terroristas, en lo que ha sido el primer golpe policial a ETA tras el anuncio de alto el fuego permanente, provocó dudas entre los altos mandos de la Ertzaintza, algunos de los cuales consideraban que no era “oportuno políticamente” realizarlas precisamente ahora, cuando se cumplen los primeros cuatro días desde la entrada en vigor de la tregua de la banda armada. Así lo han asegurado a El Confidencial fuentes de la propia Policía autónoma vasca.

Según estas fuentes, estas mismas dudas no llegaron al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien dio la orden de realizar las detenciones en su condición de instructor de las investigaciones por el atentado contra dos ertzainas en septiembre de 2003 en el que supuestamente están implicados los ahora detenidos. En opinión de las fuentes, el hecho de que el objetivo de la acción terrorista fuera precisamente una patrulla de la Policía autónoma vasca ha pesado para que finalmente los máximos responsables de Interior del Gobierno vasco apostaran por continuar adelante.

En aquel atentado, ocurrido el 14 de septiembre de 2003 en el puerto de La Herrera, en la Rioja Alavesa, perdió la vida el miembro de ETA Arkaitz Otazua, tras el tiroteo contra una patrulla de la Ertzaintza, dos de cuyos miembros resultaron heridos. La investigación llevada a cabo desde entonces dio como resultado el hallazgo de evidencias que han llevado a la Audiencia Nacional a ordenar su detención y puesta a disposición de dicho Tribunal.

Encerrona a una patrulla policial

El atentado se produjo en la localidad de Puerto de Herrera, en Lagrán (Álava) cuando una patrulla policial se desplazó hasta allí tras recibir un aviso de accidente y fue tiroteada al parecer con una escopeta con los cañones recortados. Al llegar al lugar, los agentes se acercaron a un vehículo que se encontraba cruzado en la calzada, lugar donde los presuntos terroristas, al parecer dos, les esperaban y abrieron fuego contra ellos, hiriéndoles en un brazo a uno y en la cara al segundo.

Los policías, que fueron atacados a corta distancia, pudieron repeler la agresión y solicitar ayuda desde la radio de su coche patrulla, momento en el que los presuntos etarras abandonaron precipitadamente el lugar a pie. A la mañana siguiente fue localizado el cuerpo sin vida de Arkaitz Otazua. Los otros dos presuntos miembros del comando que participaron en la emboscada, Asier Mardones y Yosune Oña, fueron detenidos en julio de 2004 cuando trataban de recomponer el Comando Vizcaya.