El PSOE se ampara en un texto legal de 1996 para ocultar informes sobre pasadas y futuras negociaciones con ETA

La afirmación de José María Aznar en la última convención del PP de que él nunca negoció con ETA en Zurich está causando un verdadero quebradero de cabeza a PSOE y Gobierno, empeñados como están en los últimos días en afianzar los aún endebles lazos con el principal partido de la oposición. De hecho, en las últimas semanas han eludido las reiteradas peticiones que IU ha hecho en el Congreso para que se facilite la información que tiene el Centro Nacional de Información (CNI) de estos encuentros. Ayer mismo lo consiguió echando mano de un acuerdo del Consejo de Ministros del último gobierno de Felipe González que declaraba “secreto oficial” todo documento relativo a ETA.

Ocurrió durante la reunión de la Mesa del Congreso, donde la representante de IU, Isaura Navarro, solicitó la comparecencia del secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo, en la Comisión de Defensa “para que dé cuenta de la información ‘no clasificada’ de que dispone su Ministerio sobre la reunión Gobierno-ETA en Zurich (1999), sus contactos previos y posteriores a la misma”. Los socialistas, con el apoyo de los representantes del PP, la rechazaron con ayuda de dicho acuerdo, firmado en febrero de 1996 por el entonces ministro de Interior y Justicia, Juan Alberto Belloch.

“Lo más grave -según fuentes de la coalición que lidera Gaspar Llamazares- es que, con dicho acuerdo en la mano, el Gobierno se puede negar a dar cualquier información relativa, no sólo a negociaciones pasadas, sino también a las que se produzcan en el futuro”. Por ello, estas fuentes califican este texto legal de 1996 de “mucho más restrictivo” que la propia Ley del año 2002 sobre el control parlamentario a las actividades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Bono, en evidencia

Con esta actitud, el PSOE deja en evidencia al ministro de Defensa, José Bono, quien el pasado 8 de marzo, y tras conocerse la primera petición de información de IU sobre las célebres negociaciones con ETA del Gobierno Aznar, se mostró dispuesto a aportar al Congreso toda la documentación no clasificada que el CNI poseía sobre los encuentros de Zurich para que fuera examinada por los parlamentarios “en sesión discreta o secreta”.

El ofrecimiento público provocó el enfado de su colega de Gabinete, el ministro del Interior, José Antonio Alonso (ver El Confidencial del pasado 22 de marzo), quien ha conseguido que, a pesar del ofrecimiento de Bono, nadie del CNI informe sobre dicha reunión en el Congreso, en lo que fuentes políticas calificaron de venganza por la actitud que el titular de Defensa mantuvo en su momento durante la crisis de los aviones-cárceles de la CIA.