Es noticia
Un emisario del Gobierno se reunió con ‘Txikierdi’, jefe de los presos de ETA, dos meses antes del anuncio de la tregua
  1. España

Un emisario del Gobierno se reunió con ‘Txikierdi’, jefe de los presos de ETA, dos meses antes del anuncio de la tregua

Dos meses antes de que ETA hiciera público su “alto el fuego permanente”, un emisario del Gobierno viajó hasta la cárcel granadina de Albolote para reunirse

Foto: Un emisario del Gobierno se reunió con ‘Txikierdi’, jefe de los presos de ETA, dos meses antes del anuncio de la tregua
Un emisario del Gobierno se reunió con ‘Txikierdi’, jefe de los presos de ETA, dos meses antes del anuncio de la tregua

Dos meses antes de que ETA hiciera público su “alto el fuego permanente”, un emisario del Gobierno viajó hasta la cárcel granadina de Albolote para reunirse con el considerado jefe de los etarras encarcelados en España, Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi, según han confirmado a El Confidencial fuentes conocedoras de las negociaciones que desembocaron en la tregua del 22 de marzo. Según dichas fuentes, dicho emisario no era un político, sino un “técnico”, un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de la absoluta confianza de José Luis Rodríguez Zapatero.

Según estas fuentes, la misión de dicho emisario era doble. Por un lado, transmitir al preso -designado portavoz de ETA en las cárceles desde 1996- el mensaje de que el Ejecutivo socialista iba en serio en sus contactos. En segundo lugar, tomar la temperatura de cuál podía ser la reacción de los internos de la banda armada ante la que ya entonces se esperaba como inminente tregua de la banda armada. Según reflejó dicho técnico en el posterior informe que remitió a Moncloa, su entrevista con Txikierdi duró poco tiempo ya que el dirigente etarra, que se mostró optimista, decía estar al tanto del estado de las negociaciones con el Gobierno.

El encuentro con el terrorista preso se produjo a comienzos de enero, justo en el momento en el que la banda armada mantenía un debate interno (ver El Confidencial del pasado 5 de febrero) en el que la dirección de la organización terrorista ETA sometía tanto a sus militantes presos en España y Francia como a los refugiados en varios países hispanoamericanos y numerosas personas de su entorno social la conveniencia de anunciar la tregua que le exigía el Gobierno socialista para avanzar en las negociaciones.

Otros encuentros

Algunas fuentes consultadas por este diario afirman que dicho encuentro entre el emisario del Gobierno y el jefe de los presos etarras no ha sido el único entre ambos, y aseguran que ya hubo uno el verano anterior. Entonces, según estas fuentes, el interlocutor técnico del Gobierno sacó una impresión mucho más pesimista del contacto. Impresión que se confirmaría meses después, cuando las grabaciones de video del centro penitenciario de Granada registraron como en una comunicación con una abogada de la izquierda abertzale, ésta le mostraba a través del cristal un documento y Txikierdi abandonaba airado el lugar tras leerlo.

Lasa Mitxelena aparecía ya entonces señalado en un informe de la Policía como uno de los irreductibles de los presos de la organización terrorista. Una condición que compartía con Ana Belén Egües, quien fuera jefa del último comando estable que ETA ha tenido en Madrid y que en mayo de 2004 fue nombrada por la banda armada para compartir con Txikierdi la interlocución etarra en las cárceles españolas. Fuentes conocedoras de la trastienda de las negociaciones aseguran, de hecho, que una de las exigencias que los terroristas han hecho llegar al Gobierno ha sido que el Ministerio del Interior reúna en el mismo centro penitenciario a ambos -ella se encuentra actualmente en la prisión madrileña de Soto del Real- para dar voz a los presos durante el proceso de paz.

Dos meses antes de que ETA hiciera público su “alto el fuego permanente”, un emisario del Gobierno viajó hasta la cárcel granadina de Albolote para reunirse con el considerado jefe de los etarras encarcelados en España, Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi, según han confirmado a El Confidencial fuentes conocedoras de las negociaciones que desembocaron en la tregua del 22 de marzo. Según dichas fuentes, dicho emisario no era un político, sino un “técnico”, un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de la absoluta confianza de José Luis Rodríguez Zapatero.