El PP pide la comparecencia de Rubalcaba por la furgoneta del 11-M, mientras la Policía estudia querellarse

Las revelaciones realizadas ayer por el diario El Mundo, que versaban sobre una presunta manipulación policial de la célebre furgoneta que utilizaron varios de los islamistas que cometieron los atentados del 11-M para llegar a Alcalá de Henares, le sirvieron ayer al PP para pedir la comparecencia en el Congreso del actual ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Mientras tanto, el departamento que dirige el político cántabro ha decidido mantener la política informativa de su antecesor, José Antonio Alonso, y dar la callada por respuesta ante lo que responsables del mismo reconocen en privado como “la enésima sandez” que se publica sobre la actuación policial en el caso. Incluso, según pudo saber El Confidencial, varios agentes de la Comisaría de la localidad madrileña que se han sentido aludidos por la información estudian presentar una querella contra los responsables del periódico.

Según la información del diario, el vehículo -cuyo hallazgo el mismo día de los atentados terminó siendo clave para llegar a los autores de la matanza- no guardaba en su interior los más de cincuenta objetos que los informes policiales que obran en el sumario dicen que se encontraron en su interior. Incluso aseguraba que varios agentes que estuvieron entonces en la custodia y registro de la furgoneta han afirmado que ellos no vieron nada cuando miraron a través de las ventanillas.

Mantener el enfrentamiento

Una supuesta manipulación a la que se han agarrado los populares para intentar mantener su enfrentamiento por el 11-M con el Gobierno socialista no sólo en el Congreso, sino también en los medios de comunicación, ya que el que fuera en aquellas trágicas fechas ministro del Interior, Ángel Acebes, aprovechó una entrevista que le realizaban en un canal de televisión para pedir que se investiguen las supuestas revelaciones periodísticas.

Por su parte, fuentes policiales consultadas ayer por este diario calificaron de “disparates sin sentido” lo publicado por El Mundo. Incluso, aseguran que el autor de la información no había recogido textualmente las declaraciones que uno de los agentes había hecho ante la Comisión de Investigación del 11-M en el Congreso: “Nos hemos molestado en buscar lo que ha entrecomillado y en las actas oficiales no aparece lo que aseguran que el policía dijo”. Según estas fuentes, éste no es el único error de un texto que “está lleno de ellos, algunos de los cuales nos tememos que no son involuntarios”.

Dudar de la Policía para vender periódicos

Una de las fuentes policiales consultadas señalaba ayer a este diario que “lo que no podemos consentir es que se ponga en duda todo el trabajo de la Policía por vender periódicos o con fines políticos. Parece que se olvida que cuando ocurrieron los hechos los máximos responsables de la lucha antiterroristas eran mandos puestos por el PP, que era quien gobernaba”.

Precisamente ayer, la Mesa de la Cámara Baja admitía 211 de las 215 preguntas sobre los atentados del 11-M que la pasada semana presentaba el PP para despejar lo que este partido en solitario sigue considerando puntos oscuros de la investigación.