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Interior cree que el ataque de Barañáin fue una venganza de “descontrolados” por la pérdida de una subvención al euskera
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Interior cree que el ataque de Barañáin fue una venganza de “descontrolados” por la pérdida de una subvención al euskera

El Gobierno ya ha comenzado a decirlo abiertamente en sus declaraciones públicas: las investigaciones de Policía y Guardia Civil apuntan a que los ataques del pasado

Foto: Interior cree que el ataque de Barañáin fue una venganza de “descontrolados” por la pérdida de una subvención al euskera
Interior cree que el ataque de Barañáin fue una venganza de “descontrolados” por la pérdida de una subvención al euskera

El Gobierno ya ha comenzado a decirlo abiertamente en sus declaraciones públicas: las investigaciones de Policía y Guardia Civil apuntan a que los ataques del pasado fin de semana en Getxo y, sobre todo, el de la localidad navarra de Barañáin fueron obra de grupos de “descontrolados”. Una tesis que, según las fuentes policiales consultadas por El Confidencial, se incluirá en el próximo informe sobre la verificación del alto el fuego, el tercero, que el Ministerio del Interior entregará a José Luis Rodríguez Zapatero en los próximos días, y en el que además se afirmará que el ataque al negocio del concejal de UPN, el más grave de los dos, fue realizado por un grupo local en venganza por la retirada de una subvención a la enseñanza del euskera provocada por una denuncia de este partido.

Así lo sostienen responsables de la lucha antiterrorista consultadas por este diario, que apuntan que la elección de José Antonio Mendive como objetivo de dicha represalia fue fruto de su condición de máximo responsable de UPN en la localidad -y por tanto, de cabeza visible de aquella denuncia que llevó al Tribunal Administrativo de Navarra a anular la subvención a comienzos de este mes-, y de que fuera propietario de un negocio que era conocido por la izquierda abertzale radical, ya que con anterioridad a la tregua había sufrido numerosas pintadas amenazantes en su fachada, incluida dianas.

Las investigaciones apuntan, siempre según los datos recogidos por El Confidencial en fuentes policiales, a que los autores del ataque, además de ser de la localidad, no son de los habituales de la violencia callejera, ya que elaboraron un artefacto “muy rudimentario, bastante más de lo que es habitual en actos organizados de kale borroka”. La gravedad de los daños causados en el edificio, cuya fachada quedó tiznada por el fuego, fue originada, por tanto, por la potencia del mismo ni por su complejidad, sino porque el artefacto fue lanzado por los “descontrolados” en la zona de barnices y pintura del establecimiento, lo que ayudó a propagar el fuego.

El propio concejal objeto del ataque ha asegurado a este diario que este detalle es uno de los pocos que le han transmitido los mandos de la Guardia Civil encargados de la investigación. José Antonio Mendive también reconoce que su local era conocido por la izquierda abertzale local y que había sufrido pintadas, pero niega la existencia de una relación directa entra la suspensión de la subvención al euskera y el ataque: “Nosotros no denunciamos esas ayudas, sino la mala gestión de los que las concedieron. Dudo que esa sea la causa del atentado”.

Un mes para dar una orden

Los expertos de la lucha antiterrorista consideran además que muy difícilmente ETA puede haber dado la orden de cometer ni éste ni el ataque de Getxo, “porque mantienen tales medidas de seguridad que para hacer llegar una orden a sus comandos, incluidos los grupos de kale borroka, tarda más de un mes”. Esta fuente añade que toda la información recogida desde el anuncio del “alto el fuego permanente” apunta a que “nada se mueve en la banda armada. Estamos controlando todos sus movimientos en España, en las cárceles, en el Sur de Francia y el Sudamérica, y nada parece indicar que sus dirigentes hayan dado instrucciones para retomar la violencia callejera”.

El Gobierno ya ha comenzado a decirlo abiertamente en sus declaraciones públicas: las investigaciones de Policía y Guardia Civil apuntan a que los ataques del pasado fin de semana en Getxo y, sobre todo, el de la localidad navarra de Barañáin fueron obra de grupos de “descontrolados”. Una tesis que, según las fuentes policiales consultadas por El Confidencial, se incluirá en el próximo informe sobre la verificación del alto el fuego, el tercero, que el Ministerio del Interior entregará a José Luis Rodríguez Zapatero en los próximos días, y en el que además se afirmará que el ataque al negocio del concejal de UPN, el más grave de los dos, fue realizado por un grupo local en venganza por la retirada de una subvención a la enseñanza del euskera provocada por una denuncia de este partido.