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El Vaticano ‘bendijo’ la negociación con ETA tras reunirse por separado en Roma con PSE y Batasuna
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El Vaticano ‘bendijo’ la negociación con ETA tras reunirse por separado en Roma con PSE y Batasuna

El sábado 15 de mayo de 2004, Madrid se debatía entre el dolor por los atentados del 11-M y los preparativos festivos para la boda entre

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El Vaticano ‘bendijo’ la negociación con ETA tras reunirse por separado en Roma con PSE y Batasuna

El sábado 15 de mayo de 2004, Madrid se debatía entre el dolor por los atentados del 11-M y los preparativos festivos para la boda entre el Príncipe Felipe y Letizia Ortiz que se iba a celebrar el siguiente fin de semana. Sin embargo, ese día, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y su mano derecha en sus contactos con Batasuna, el ex consejero vasco Francisco Egea, permanecían ajenos a todo aquello y tomaban discretamente un avión. Su destino era Roma, donde tenían concertada una cita con el único sacerdote que, según las fuentes consultadas por El Confidencial, ha tenido un papel realmente destacado en todo el proceso que desembocó el pasado 22 de marzo en el “alto el fuego permanente” de ETA: el obispo vascofrancés Roger Etchegaray.

Siempre según estas fuentes, el encuentro se realizó a petición de los socialistas vascos, quienes había contactado con el veterano sacerdote -que durante años ha ejercido de enviado del Papa a zonas de conflicto como Timor, Jerusalén, Iraq o Chiapas- a través de una persona interpuesta que les facilitó el número de teléfono directo del obispo.

Durante dicha reunión -que tuvo lugar en dependencias oficiales del pequeño Estado- Roger Etchegaray transmitió a Eguiguren y Egea el mensaje de que El Vaticano bendecía un futuro proceso de paz entre el Gobierno español y ETA, pero que se resistía a intervenir directamente en las reuniones entre ambas partes. El sacerdote sugirió que, para ello, los interlocutores se pusieran en contacto con la Iglesia española, entonces dirigida por monseñor Antonio María Rouco Varela, algo que éstos rechazaron.

Y después, la izquierda ‘abertzale’

El encuentro terminó después de que el obispo vascofrancés -calificado por quien ha tratado con él como “el más hábil negociador internacional” de la curia romana- se comprometiera a recibir a una delegación de la izquierda abertzale. Dicho encuentro se celebraría semanas después también en Roma, en una fecha que las fuentes consultadas no han querido concretar. En ella, Roger Etchegaray trasladó a los dirigentes batasunos el mismo mensaje: “Apoyamos la iniciativa, pero descartamos intervenir directamente”.

Los contactos ‘oficiosos’ entre los socialistas vascos y los representantes de la ilegalizada formación, que en aquellos momentos pasaban por un periodo de estancamiento, recibieron un fuerte impulso tras el apoyo expreso de El Vaticano, según reconocen las fuentes consultadas por este diario. Es por ello por lo que éstas califican el papel del obispo vascofrancés como “pequeño, pero muy relevante”.

El nombre de Etchegaray -que el pasado mes de septiembre cumplió 83 años- se comenzó a relacionar ya en abril de 2005 con el incipiente proceso de paz en el País Vasco, sobre todo tras conceder una entrevista al diario abertzale Gara, a pesar de que en ella no hacía ninguna mención a su participación en el mismo.

Meses más tarde, varios medios, entre ellos El Confidencial (ver edición del pasado 26 de septiembre de 2005), sacaban a la luz pública que Etchegaray había tenido un papel destacado en el mismo, aunque ninguno era capaz de concretar cuál. Ahora ya se sabe que fue el encargado de bendecirlo en nombre de El Vaticano.

El sábado 15 de mayo de 2004, Madrid se debatía entre el dolor por los atentados del 11-M y los preparativos festivos para la boda entre el Príncipe Felipe y Letizia Ortiz que se iba a celebrar el siguiente fin de semana. Sin embargo, ese día, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y su mano derecha en sus contactos con Batasuna, el ex consejero vasco Francisco Egea, permanecían ajenos a todo aquello y tomaban discretamente un avión. Su destino era Roma, donde tenían concertada una cita con el único sacerdote que, según las fuentes consultadas por El Confidencial, ha tenido un papel realmente destacado en todo el proceso que desembocó el pasado 22 de marzo en el “alto el fuego permanente” de ETA: el obispo vascofrancés Roger Etchegaray.