Es noticia
Batasuna declara persona ‘non grata’ al sacerdote irlandés Alec Reid por su afán de protagonismo
  1. España

Batasuna declara persona ‘non grata’ al sacerdote irlandés Alec Reid por su afán de protagonismo

Alec Reid, el sacerdote redentorista irlandés que asumió un gran protagonismo mediático tras la declaración del “alto el fuego permanente” de ETA, ha sido declarado persona

Foto: Batasuna declara persona ‘non grata’ al sacerdote irlandés Alec Reid por su afán de protagonismo
Batasuna declara persona ‘non grata’ al sacerdote irlandés Alec Reid por su afán de protagonismo

Alec Reid, el sacerdote redentorista irlandés que asumió un gran protagonismo mediático tras la declaración del “alto el fuego permanente” de ETA, ha sido declarado persona non grata por los que, hasta ahora, eran considerados por la opinión pública sus principales anfitriones: los dirigentes de Batasuna. Así lo han confirmado a El Confidencial fuentes políticas vascas, que añaden que la ilegalizada formación le acusa, entre otras cosas, de adjudicarse un protagonismo que no ha tenido nunca en el proceso que desembocó el 22 de marzo en la tregua de la banda armada.

Siempre según estas fuentes, los líderes de la izquierda abertzale piensan hablar con el líder del Sinn Fein, Gerry Adams -con quien Reid guarda excelentes relaciones personales-, para pedirle que saque al sacerdote irlandés del escenario vasco, ya que considera que sus numerosas declaraciones en diferentes medios de comunicación no hace sino distorsionar el delicado proceso de paz. El PSE comparte esta opinión.

La gota que ha colmado la paciencia de los dirigentes batasunos fue la conferencia-coloquio que Alec Reid dio el pasado 16 de abril en el madrileño Hotel Ritz. En ella, el sacerdote irlandés llegó a fijar el calendario por el que hipotéticamente iba a pasar ETA tras el anuncio del alto el fuego y que concluiría con su desaparición en 2008.

Aquella polémica intervención provocó agrias respuestas públicas en los días siguientes. La Conferencia Episcopal aclaró que el religioso actuaba a título particular y que no representaba ni a las Iglesias española e irlandesa ni al Vaticano. Por su parte, los socialistas vascos recalcaron que Reid “no ha sido ni parte activa ni artífice del alto el fuego, ni es mediador ni lo ha sido”.

El sacerdote irlandés -que el día anterior a sus declaraciones en Madrid se había dejado fotografiar en Pamplona sujetando junto a Arnaldo Otegi una pancarta con el lema Konponbiderako mahaia orain (Mesa para la solución, ahora)- pasó en ese momento de ser considerado por Batasuna como un cebo útil que distraía la atención de los medios de comunicación a un personaje molesto.

Viejas desconfianzas

La ilegalizada formación ya había mostrado anteriormente su desconfianza hacia Alec Reid, que en los últimos años ha pasado largas temporada en el País Vasco, alojado en la casa de ejercicios de Begoña, del Obispado de Bilbao. En concreto, le han acusado en determinados momentos de estar “demasiado” alineado con las tesis del lehendakari Juan José Ibarretxe.

Ello no fue impedimento para que Reid acudiera regularmente tanto a las sedes de Batasuna como a la de los socialistas vascos. Su papel durante todo este tiempo ha sido, según las fuentes consultadas por El Confidencial, “más de animador que de mediador. Él no sabe nada de lo tratado, ni cuándo ni cómo, porque no se le ha dejado participar”.

A pesar de este papel secundario, la actividad del religioso irlandés ha sido intensa desde que en 2001, cuando el movimiento por el diálogo Elkarri le invitó a su Conferencia de Paz, vino por primera vez al País Vasco. De hecho, además de con la izquierda abertzale y el PSE, en los últimos años ha mantenido múltiples encuentros con los otros partidos vascos, excluido el PP, que siempre ha rechazado reunirse con él por considerarle un personaje muy identificado con Batasuna.

Alec Reid, el sacerdote redentorista irlandés que asumió un gran protagonismo mediático tras la declaración del “alto el fuego permanente” de ETA, ha sido declarado persona non grata por los que, hasta ahora, eran considerados por la opinión pública sus principales anfitriones: los dirigentes de Batasuna. Así lo han confirmado a El Confidencial fuentes políticas vascas, que añaden que la ilegalizada formación le acusa, entre otras cosas, de adjudicarse un protagonismo que no ha tenido nunca en el proceso que desembocó el 22 de marzo en la tregua de la banda armada.