El ‘misterio’ de la furgoneta del 11-M: la tarjeta era de la imprenta madrileña ‘Gráficas Bilbaínas’

La Dirección General de la Policía ha confirmado en una nota oficial la información adelantada ayer por El Confidencial sobre la misteriosa tarjeta supuestamente desaparecida del salpicadero de la furgoneta del 11-M en el trascurso de las investigaciones. Como apuntaba ayer este diario, ésta no correspondía a la Corporación Mondragón, y la única referencia relacionada con esta localidad guipuzcoana encontrada en el interior del vehículo era una cinta de casete de la célebre orquesta encabezada por Javier Gurruchaga.

La nota oficial afirmaba, igualmente, la existencia de una tarjeta, pero que ésta era de una imprenta llamada Gráficas Bilbaínas, S. L., la cual, pese a su nombre, está localizada, según reza el texto del controvertido documento, en Madrid, en concreto en la calle Palencia. Como ha podido confirmar este diario, la empresa cambió recientemente de sede a la calle Jaén, también en la capital.

Dicha tarjeta aparece en el sumario por la masacre de Madrid en todas las relaciones en las que se enumeran las 61 evidencias encontradas en el interior del vehículo Renault Kangoo localizado en Alcalá de Henares horas después de que estallasen las bombas. En concreto, se hace mención a ella, con el número 40, en las relaciones de los tomos 4 y 22 de la voluminosa causa, así como en el auto que el juez Juan del Olmo hizo público hace más de un año, en concreto el 15 de febrero de 2005.

Un ‘cartel’ para aparcar en doble fila

En dichos listados se destaca, además, que la tarjeta tenía escrito a mano en el reverso las frases “Estoy en la calle Aranjuez 15” y “Estoy en Litera y D’Estilo”. El propietario de la furgoneta, José Garzón Gómez, aseguró a la Policía en su momento que ésta era de su propiedad y que, de hecho, la tenía en el interior del vehículo cuando le fue sustraído a finales de febrero de 2004. Los responsables de la investigación, como confirma la nota oficial de la Dirección General de la Policía (DGP), sometieron el texto al análisis grafológico de los peritos de la Comisaría General de Policía Científica, quienes determinaron, sin ningún género de dudas, que la letra manuscrita correspondía al titular de la furgoneta.

La nota oficial de la DGP asegura que, tras el resultado de estos análisis, los agentes entendieron que la misma carecía de valor para las investigaciones, ya que dedujeron que el dueño del vehículo la utilizaba “cuando aparcaba en doble fila junto a dos tiendas de muebles para advertir a otros automovilistas sobre la forma de localizarle”. Los expertos en lofoscopia (búsqueda e identificación de huellas dactilares) no encontraron ninguna pista más en ella que justificara que se le dedicara más atención.

Sin embargo, dichos expertos sí hallaron 41 huellas entre el resto de los objetos encontrados en el interior de la furgoneta, y 15 más en el propio vehículo. De todas estas, 29 fueron descartadas por carecer de valor identificativo, mientras que seis más correspondían al propietario del vehículo. Las 21 restantes se encontraron repartidas entre once objetos distintos -una en la casete del Dúo Dinámico y otra en la que contenía los versos coránicos- y cuatro partes de la carrocería del vehículo. Una de dichas huellas correspondía a uno de los presuntos autores materiales de la matanza, el argelino Ouhnane Daoud, actualmente huido. Por el contrario, la cinta con música de la Orquesta Mondragón que supuestamente provocó la confusión aparecía, sin embargo, limpia.