Maragall se desmarca de Esquerra y se alinea con CiU con vistas a los próximos comicios

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, lanzó ayer un aviso a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) señalando que en esta comunidad autónoma es posible una “nueva mayoría”. En esta “nueva mayoría” incluiría a CiU y a IC-V, los dos partidos que apuestan por el ‘sí’ al Estatuto en el referéndum que previsiblemente se celebrará el próximo 18 de junio.

Una eventual alianza con CiU es uno de los escenarios más factibles si se convocan elecciones autonómicas anticipadas para el otoño (ver El Confidencial de ayer), ya que las encuestas que barajan los socialistas apuntan a que Artur Mas ganaría por una mayoría relativa y necesitaría una coalición para gobernar la próxima legislatura. A IC-V, Maragall le agradece los “servicios prestados” y la lealtad institucional que ha mantenido en el tripartito.

Por primera vez, Maragall asume que el cambio de socios de gobierno puede ser necesario, ya que la postura intransigente de ERC puede provocar la ruptura del Pacto del Tinell (acuerdo por el que PSC, ERC e ICV se repartían las áreas de poder en el tripartito).

Por ello, en la Ejecutiva que el PSC mantuvo ayer por la mañana, el president no insistió en la defensa a ultranza del tripartito –y, especialmente, de Esquerra-, tal y como había hecho en otras ocasiones. Es más, salió casi con el convencimiento de que, como coincidieron varios de los dirigentes que intervinieron en la reunión, la postura de Esquerra Republicana hace inviable que el actual Gobierno catalán continúe mucho tiempo después del referéndum de junio.

Para llegar a esta conclusión, Maragall mantuvo contacto con los diferentes líderes políticos durante el fin de semana y tuvo que escuchar cómo el republicano Josep Lluís Carod-Rovira hacía oídos sordos a la petición que le había hecho durante un almuerzo el pasado viernes: el president le rogó que esperara unos días a anunciar la postura de ERC, que madurase dicha decisión y que, en caso de optar por el no al Estatuto, la campaña de su partido fuese de baja intensidad. Carod-Rovira, por el contrario, se alineó con la decisión de las bases de su partido –Esquerra es una formación asamblearia, cuyas decisiones importantes se toman en asambleas locales- y anunció una campaña de alto perfil por el ‘no’ al Estatuto.

Ante ello, los socialistas catalanes –y aquí se ha sumado también, ahora, Maragall- creen que han hablado con ERC todo lo que tenían que hablar y que la postura de esta formación en la campaña del Estatuto es un misil a la línea de flotación del tripartito, que queda herido de muerte.

El PSC oculta su estrategia

Durante la reunión que mantuvieron ayer, los dirigentes del PSC decidieron centrarse en hablar, durante las próximas semanas, solamente de la campaña del Estatuto y de la apuesta por el ‘sí’, obviando todo lo que tenga que ver con elecciones anticipadas. Y ello, por dos razones fundamentales: primero, porque la campaña del plebiscito ha de tener las mínimas interferencias posibles; y segundo, para no desvelar su estrategia y poder convocar cómodamente y a su conveniencia los próximos comicios.

Por ahora, según las opiniones recogidas en círculos del PSC, todas las quinielas apuntan a que estas elecciones se celebrarán hacia el mes de otoño. Y los cuadros del partido han recibido ya la consigna de preparar la estrategia con la vista puesta en este horizonte.