ERC cree que menos de un 25% de ‘noes’ en el referéndum “sería un fracaso para nosotros”

Los máximos dirigentes de ERC miran las encuestas sobre intención de voto en la consulta del próximo domingo y no les salen las cuentas. Al inicio de la campaña, los estrategas del partido se mostraban confiados en que el número de votos negativos se acercaría al 30%, un porcentaje muy similar al que obtuvo el no en Cataluña en el referéndum de la Constitución Europea, la postura apoyada entonces también por Esquerra. Sin embargo, los últimos sondeos publicados por diferentes medios de comunicación apuntan a que los sufragios negativos se quedarán el 18 de junio en el 22%, muy lejos de las expectativas de los republicanos.

“Todo resultado por debajo del 25% será un fracaso para nosotros”. Este comentario, realizado a El Confidencial por miembros de ERC, no hace sino incidir en el pesimismo que parece haberse instalado entre las huestes de Josep Lluis Carod-Rovira en el trascurso de la campaña. “Pedir primero el voto nulo y luego el no nos ha perjudicado. No supimos en un primer momento explicar el verdadero sentido de la papeleta no válida y, luego, tampoco hemos sabido dar las razones del cambio del sentido de nuestro voto”, añade esta fuente para justificar un hipotético mal resultado en el referéndum.

Quizá por ello -siempre según los últimos sondeos publicados por diferentes medios de comunicación catalanes-, sólo un tercio de los votantes de ERC se decantaría por el voto negativo, mientras que otro tercio haría caso omiso de las directrices del partido y apoyará en las urnas el sí. No extraña, por ello, que el líder republicano intentara el pasado miércoles capitalizar el mayor porcentaje de noes para sus siglas, y asegurara que sólo uno de cada diez votos negativos podría ser atribuible al PP, la otra fuerza política que se opone al actual Estatut.

Una ‘piña’ hasta las autonómicas

El descalabro que predicen las encuestas a Esquerra ha animado a CiU a lanzarse a arrebatarle votos para las elecciones autonómicas que previsiblemente se celebrarán en Cataluña el próximo otoño. El partido de Artur Mas cree que de los cerca de 550.000 votos que obtuvo Carod-Rovira en las elecciones de noviembre de 2003 –270.000 más de los que había logrado en las anteriores autonómicas, las de octubre de 1999-, una parte importante eran desencantados de la federación nacionalista que les castigaron en la última cita con las urnas. Por ello, los convergentes se aprestan a recuperar entre los votantes de ERC partidarios del sí un importante número de votos que les ayuden a ser de nuevo la fuerza hegemónica en el Parlament.

Miembros de Esquerra reconocen a este diario que esa amenaza existe y que, precisamente por ello, si los resultados del 18 de junio no les acompañan no se va a abrir un debate sobre el liderazgo de la formación. “No habrá pelea interna. Carod y Joan Puigcercós seguirán siendo la cabeza visible del partido”, aseguran. Otra cosa es lo que ocurra con Joan Carretero, el ex conseller de Gobernación que se convirtió en el principal valedor del no dentro del partido y que desde algunas federaciones se le ha señalado como el posible líder de una tercera vía dentro de Esquerra frente a los dos sectores hasta ahora mayoritarios, los de Carod y Puigcercós.

“Carretero fue uno de los que más animaron a las bases para que en las asambleas pidieron el no y, sin embargo, durante la campaña ha estado prácticamente desaparecido”, apunta una fuente republicana que no duda en señalar al ex conseller como el principal damnificado de una derrota abultada del voto negativo. “Si es así, que se olvide de postularse como sustituto de Carod”.