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Límite 48 horas: Montilla obligó a Maragall a anunciar su renuncia antes de la entrevista con Zapatero
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Límite 48 horas: Montilla obligó a Maragall a anunciar su renuncia antes de la entrevista con Zapatero

Pasaban de las 12 de la noche del martes cuando el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, llamó al primer secretario del Partit dels

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Límite 48 horas: Montilla obligó a Maragall a anunciar su renuncia antes de la entrevista con Zapatero

Pasaban de las 12 de la noche del martes cuando el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, llamó al primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y ministro de Industria, Josep Montilla, para comunicarle que al día siguiente, el miércoles, haría pública una declaración anunciando que no se presentaría de nuevo a las elecciones autonómicas.

Durante todo el día del martes, Maragall había despachado los asuntos de Gobierno y nadie había sospechado nada. Desde su despacho, sin embargo, estuvo casi todo el tiempo hablando por teléfono con dirigentes políticos y con amigos de confianza para hacerles partícipes de que ya había tomado la decisión, aunque no despejó la incógnita de cuándo la haría pública.

Por la tarde, Josep Montilla se decidió a llamarlo y a plantearle la necesidad de que había de proclamar su renuncia antes de la entrevista que mantendría hoy con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya que de modo contrario todos creerían que la decisión había sido tomada, en realidad, desde Madrid. Montilla se lo planteó como una necesidad por el bien de todos y para preservar la independencia del PSC. Y, desde entonces, Maragall no hizo otra cosa que darle vueltas a la propuesta planteada por Montilla.

La reunión de hoy en Moncloa estaba convocada, en principio, para tratar de que el Gobierno central acelerase en lo posible los trámites burocráticos del nuevo Estatuto catalán para que sea el actual Ejecutivo el que comience a aplicarlo. Inevitablemente, otro de los asuntos de los que estaba previsto hablar era el del próximo candidato socialista, por lo que, si el anuncio se realizaba después, la idea de que la decisión era de Zapatero podía resultar congruente.

Maragall comprendió la situación y, durante las últimas horas del día, consultó el asunto con sus más íntimos colaboradores (entre los que se encuentran su propio hermano, Ernest Maragall, el secretario general de la Presidencia, Ramón García-Bragado y el director de Comunicación, Jordi Mercader) para tomar una determinación que le permitiera afrontar la entrevista con calma.

Sólo un puñado de dirigentes políticos estaba al tanto de lo planeado, entre ellos el portavoz del Gobierno y consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, y el consejero de Economía, Antoni Castells, con quienes se puso en contacto durante el mismo martes para anunciarles la renuncia. Con ambos volvió a hablar por la noche para comunicarles la decisión final de hacerla pública al día siguiente. Lo mismo hizo con la presidenta del grupo parlamentario socialista, Manuela de Madre, y con el portavoz del mismo, Miquel Iceta. Pasadas las 12 de la noche, volvió a llamar a Montilla y a confirmarle que, tal y como el ministro le había sugerido, iba a hacer pública su renuncia al día siguiente.

"Ya tenía decidido que no se presentaría de nuevo a las elecciones y quiso darlo a conocer para que nadie pensara que su decisión había sido tomada por Madrid ", señala una fuente socialista. Esta misma fuente apunta a que el anuncio habría cogido por sorpresa al núcleo de la dirección del PSC. "Sorpresa porque no lo había avisado -añade-, aunque era el propio partido el que le pedía que tomase una decisión cuanto antes".

La 'catarsis' el todavía 'president'

Pasaban de las 12 de la noche del martes cuando el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, llamó al primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y ministro de Industria, Josep Montilla, para comunicarle que al día siguiente, el miércoles, haría pública una declaración anunciando que no se presentaría de nuevo a las elecciones autonómicas.