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La negociación con ETA abre el camino a la autodeterminación del País Vasco
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La negociación con ETA abre el camino a la autodeterminación del País Vasco

Pocas dudas puede haber, aunque las hay, sobre las palabras que ayer pronunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una declaración institucional ante

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La negociación con ETA abre el camino a la autodeterminación del País Vasco

Pocas dudas puede haber, aunque las hay, sobre las palabras que ayer pronunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una declaración institucional ante los medios de comunicación en el Congreso de los Diputados, en la que no admitió ninguna pregunta: “Tenemos la oportunidad de poner fin a esta situación y desde los principios del pasado, desde los principios democráticos, les digo que el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos, y en ausencia de todo tipo de violencia y de coacción”.

A los pocos segundos, estas palabras abrían la edición online de Gara, el conocido periódico abertzale, con gran alharaca y más optimismo. Al margen del lapsus que pudo tener Zapatero entre “principios del pasado” y “principios democráticos”, el respeto a la libre decisión de los vascos es el modo en que la izquierda abertzale se refiere al referéndum de autodeterminación desde que Zapatero llegó al poder y el escenario de la lucha antiterrorista cambiara radicalmente. Ayer, el presidente del Gobierno dio una muestra de comprensión y conocimiento del lenguaje que utiliza el entorno de ETA para anunciar el inicio del diálogo con la banda terrorista.

El escenario no podía ser más proclive a la declaración institucional. El llamado Escritorio del Congreso de los Diputados, al lado de la Pepa, la Constitución de 1812. Cerca del Hemiciclo, pero alejado del debate parlamentario. El Gobierno eligió un sistema de comunicación de su intención de dialogar con la banda terrorista que eludió cualquier tipo de discusión política y, sobre todo, el encuentro entre Zapatero y Rajoy. No hubo llamada al líder del PP. Zapatero ya no quiere saber nada de él.

Eso se evidenció en las reuniones entre Rubalcaba y los portavoces parlamentarios, que fue la forma ideada por el presidente del Ejecutivo para evitar la conversación con el político gallego, a pesar de que desde varios días antes la fontanería de Moncloa insistía en que se produciría la mencionada llamada. Pero Zapatero no quería debatir con Rajoy, y el único modo de hacerlo era no anunciar el diálogo con ETA en la Tribuna. Pero al mismo tiempo debía cumplir su promesa de hacer el anuncio en sede parlamentaria. Y lo hizo de aquella manera.

Y es que incluso entre los diputados socialistas reinaba el desconcierto. Sólo hace unos días el propio Zapatero criticaba que Aznar que no hubiera anunciado en su día, en sede parlamentaria, sus contactos con ETA y que el entonces presidente asumiera que era su responsabilidad. Precisamente ese fue el argumento que utilizó ayer Zapatero para explicar por qué en lugar de subir a la Tribuna convocaba a la prensa: “La forma es responsabilidad exclusiva del Gobierno”.

Las ‘treguas’ de ETA

Pero si el marco era importante, más lo era el contenido de su declaración. Zapatero empezó reconociendo los esfuerzos de los gobiernos anteriores, después de señalar que este es el primer “alto el fuego” de ETA –que lleva en su haber cuatro treguas-, y a continuación afirmar que “la democracia no va a pagar ningún precio político por alcanzar la paz”. “Quiero anunciarles que el Gobierno va a iniciar un diálogo con ETA”, dijo Zapatero, para asegurar después que “el proceso va a ser largo, duro y difícil”.

Pocas dudas puede haber, aunque las hay, sobre las palabras que ayer pronunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una declaración institucional ante los medios de comunicación en el Congreso de los Diputados, en la que no admitió ninguna pregunta: “Tenemos la oportunidad de poner fin a esta situación y desde los principios del pasado, desde los principios democráticos, les digo que el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos, y en ausencia de todo tipo de violencia y de coacción”.