El sector soberanista de CiU tiende puentes con ERC para evitar que le dé otra vez la espalda

Los partidos políticos catalanes comienzan a afilar las espadas para la dura precampaña electoral que, en realidad, ya comenzó al día siguiente del referéndum del Estatut. Con todo y con eso, este verano será especial, habida cuenta de que ya se han anunciado elecciones en otoño y que éstas serán convocadas oficialmente por Pasqual Maragall en la última semana de agosto.

Todas las fuerzas políticas basan su estrategia, en estos primeros compases, en asentar posiciones, conscientes de que es muy posible que nadie tenga una mayoría suficiente para gobernar en solitario. De hecho, todos los partidos afirman que mantienen puentes con sus rivales por lo que pudiera pasar, aunque nadie quiere comprometerse claramente en apostar por una determinada alianza postelectoral.

El presidente de CiU, Artur Mas, es el que abrió el fuego hace ya unos días y ahora ha vuelto a la carga apuntando a su más directo rival, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que presentará como cabeza de lista al ministro de Industria, Josep Montilla. Mas reclamó el pasado fin de semana la aclaración de los socialistas de si quieren reeditar el tripartito después de las elecciones.

En realidad, lo que el líder convergente teme es que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) le dé de nuevo la espalda y apueste por un gobierno de izquierdas. Pero, mientras tanto, sus más fieles escuderos -como el secretario de Organización, Felip Puig, o el de Formación, Oriol Pujol-, han establecido canales de diálogo con los republicanos por si sus votos fuesen imprescindibles en otoño. Puig y Pujol son dos de los más destacados dirigentes de lo que se conoce como el ‘sector soberanista’ de CiU, cuyas tesis están cercanas a las de Esquerra.

En las filas republicanas, se dejan querer. “No vamos a decidir nada de antemano. Habrá que esperar a los resultados electorales y luego dependerá de quién nos convenza para darle nuestro apoyo”, señala un dirigente de ERC. Esta formación mantiene canales de diálogo abiertos tanto con CiU como con el PSC, según reconoce este mismo dirigente.

Los poderes del nuevo president

Por su parte, el propio Josep Montilla ya dejó caer días atrás que el PSC es reacio a reeditar un nuevo Gobierno tripartito tras las elecciones, al menos “tal y como se había realizado el anterior”. Un alto dirigente socialista señala a este respecto que “si es necesario un nuevo Tripartito, será una cosa distinta. Los problemas con el anterior no se debieron a políticas o prioridades, sino a la erosión a la que se sometió a la figura del president. Algunos partidos creían que el Ejecutivo era una coordinadora de partidos en vez de un Gobierno y esa postura condicionó la postura de solidez y coherencia del Gobierno de la Generalitat”.

En otras palabras, que si se reedita una nueva coalición entre PSC, ERC e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), será con la condición de que el president -se supone que los socialistas cuentan que, en ese caso, será Josep Montilla- tendrá centralizado todo el poder para hacer y deshacer dentro del Gobierno, tanto en prioridades o estrategias como en nombramientos y ceses.