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Moncloa pide a Batasuna que modere sus peticiones para evitar ‘frustraciones’ entre sus bases
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Moncloa pide a Batasuna que modere sus peticiones para evitar ‘frustraciones’ entre sus bases

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha aprovechado los canales de comunicación que mantiene abiertos de manera permanente con Batasuna para hacer llegar a la

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Moncloa pide a Batasuna que modere sus peticiones para evitar ‘frustraciones’ entre sus bases

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha aprovechado los canales de comunicación que mantiene abiertos de manera permanente con Batasuna para hacer llegar a la izquierda abertzale la recomendación de que deben rebajar el tono de sus reclamaciones políticas. El objetivo es evitar que se produzcan frustraciones entre sus bases que puedan desembocar en una temida escisión. Así lo ha podido confirmar El Confidencial en varias fuentes conocedoras del estado actual del llamado ‘proceso de paz’.

Una de estas fuentes asegura que “se les ha dicho por activa y por pasiva que hay determinadas cuestiones que no son negociables, como el derecho de autodeterminación, la anexión de Navarra o, incluso, la legalización de Batasuna, y ellos lo han asumido en las conversaciones privadas que hemos mantenido”. Sin embargo, luego, ante los micrófonos, Arnaldo Otegi y los suyos vuelven a sus posiciones maximalistas.

“Entendemos que gran parte de estas declaraciones son de consumo interno, para contentar a unas bases que entenderían como una derrota renunciar de partida a ciertos postulados. Pero también creemos que no es bueno que todavía no hayan iniciado esa labor de concienciación de sus militantes para que comprendan que en toda negociación hay que dejarse pelos en la gatera”, añaden.

Miedo a una escisión

La recomendación del Gobierno a Batasuna esconde, según ha reconocido un político socialista a este diario, cierto temor a una escisión en la izquierda abertzale: “Tenemos constancia de que las bases han mostrado ya repetidamente su malestar y disconformidad con el desarrollo del proceso porque no ven aún resultados. Por eso nos preocupa que el sector más radical del partido, que creemos encabeza Rufi Etxeberría, haya acaparado parte del poder en detrimento de otros dirigentes más posibilistas y que vuelvan para atrás en temas que creíamos ya superados”.

Uno de esos temas es la legalización de una nueva formación que pueda concurrir a las elecciones municipales y forales de mayo de 2007. “En las conversaciones que hemos mantenido en los últimos meses -reconoce a El Confidencial una fuente conocedora del contenido de dichos encuentros- ése era un tema que ya estaba superado. Ellos saben que legalizar de nuevo Batasuna es imposible y que deben crear un nuevo partido. De hecho, nos dijeron que harían el anuncio el agosto para iniciar los trámites en septiembre, y que un equipo de sus abogados ya estaba trabajando en unos nuevos estatutos”.

Sin embargo, el pasado sábado 8 de julio, sólo 48 horas después de la primera reunión oficial entre Patxi López y Arnaldo Otegi, el dirigente batasuno Joseba Permach se descolgaba con unas declaraciones en las que volvía pedir la derogación de la Ley de Partidos y anunciaba que renunciaban a iniciar el proceso de legalización. Aquellas declaraciones cayeron con un jarro de agua fría en el Gobierno y provocaron, junto a la publicación días después en el diario Gara de una información sobre supuestos compromisos entre ETA y el Ejecutivo de Zapatero, que el proceso de paz entrase en un momento de crisis que aún se mantiene en parte.

Falsas esperanzas en la cárcel

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha aprovechado los canales de comunicación que mantiene abiertos de manera permanente con Batasuna para hacer llegar a la izquierda abertzale la recomendación de que deben rebajar el tono de sus reclamaciones políticas. El objetivo es evitar que se produzcan frustraciones entre sus bases que puedan desembocar en una temida escisión. Así lo ha podido confirmar El Confidencial en varias fuentes conocedoras del estado actual del llamado ‘proceso de paz’.