Batasuna teme que la huelga de hambre del etarra De Juana Chaos ‘complique’ el proceso de paz

Batasuna respiró ayer tranquila cuando se enteró de que el histórico preso de ETA Ignacio De Juana Chaos empezaba a ser alimentado por vía intravenosa por orden de la Audiencia Nacional y de que, además, no oponía resistencia. De hecho, la huelga de hambre iniciada el pasado 7 de agosto por el recluso se había convertido en un verdadero quebradero de cabeza para la izquierda abertzale, cuyos dirigentes veían con preocupación que un futuro empeoramiento del etarra podía perjudicar seriamente el proceso de paz. Así lo han reconocido en privado destacados miembros de la formación a sus interlocutores de otros partidos vascos, a los que han recalcado insistentemente que la protesta es una iniciativa "personal" del recluso a la que nos les había quedado más remedio que dar su apoyo público.

De hecho, en sus últimas ruedas de prensa y declaraciones públicas los dirigentes de Batasuna citaban sistemáticamente el caso del preso y avalaban sus peticiones. Las manifestaciones que convocaba la izquierda abertzale también habían pasado de pedir la autodeterminación en sus eslóganes a centrar sus reclamaciones en el reagrupamiento de los reclusos etarras y la puesta en libertad del propio De Juana Chaos. "Están seriamente preocupados. Temían que si llevaba su protesta hasta las últimas consecuencias el proceso de paz podía quedar seriamente tocado y eso es lo último que quieren en un momento en el que sus bases cuestionan constantemente los pasos que dan", asegura a El Confidencial un político que mantiene una fluida comunicación con la dirección batasuna.

Una opinión compartida por un parlamentario vasco que en los últimos meses ha celebrado numerosas reuniones con miembros de la izquierda abertzale: "Saben que si no se resolvía pronto la situación del recluso, sus bases, que ya se han mostrado reticentes con alguno de los pasos dados por la formación, iban a poner muchos más problemas para asumir determinados ritmos que los dirigentes batasunos quieren imprimir a las negociaciones". Al menos la huelga de hambre de De Juana ha servido a Arnaldo Otegi y los suyos para justificar el reciente rebrote de la kale borroka, de la que aseguran que ha resurgido para protestar precisamente por la situación del preso etarra y no como una medida de presión de ETA al proceso de paz.

A pesar de que el recluso ya ha comenzado a recibir alimentos, Batasuna considera que su comportamiento es impredecible y que puede volver a ser un obstáculo en las negociaciones. Según reconoce en privado la propia izquierda abertzale, De Juana Chaos decidió ponerse en huelga de hambre para pedir su excarcelación sin consultar a la banda. Al parecer, se limitó a comunicar su intención a Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi, nombrado por la organización terrorista uno de sus portavoces en las cárceles.

Lo particular de sus reclamaciones hizo que el resto de los presos de la banda armada, según fuentes de Instituciones Penitenciarias, hayan mostrado un frío apoyo a la iniciativa de su compañero. Incluso Gara tardó diez días en comenzar a informar de la protesta del preso. El propio De Juana llegaba a justificar en una carta publicada recientemente en el diario Berria una medida que parece no contaba ni siquiera con el apoyo de sus compañeros etarras de la cárcel de Algeciras: “Estoy seguro de que al tomar esta decisión no hago daño a nadie. Al contrario, si hay consecuencias beneficiosas, lo serán para todos. Y si son negativas, repercutirán únicamente sobre mí”.

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