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Zapatero resta importancia a las amenazas de ETA y 'blinda' el proceso frente a la 'kale borroka'
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Zapatero resta importancia a las amenazas de ETA y 'blinda' el proceso frente a la 'kale borroka'

José Luis Rodríguez Zapatero decidió aprovechar la sesión de control en el Congreso de los Diputados para lanzar un claro mensaje a la sociedad española y,

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Zapatero resta importancia a las amenazas de ETA y 'blinda' el proceso frente a la 'kale borroka'

José Luis Rodríguez Zapatero decidió aprovechar la sesión de control en el Congreso de los Diputados para lanzar un claro mensaje a la sociedad española y, también, al mundo de la izquierda abertzale: los recientes actos de kale borroka y la provocadora lectura del último comunicado de ETA escenificado el pasado sábado por tres pistoleros en la localidad guipuzcoana de Oiartzun no afectarán al proceso de paz. Un proceso de paz, en definitiva, blindado ante este tipo de desafíos para el que, aseguró, “el Gobierno mantiene sus planes”.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo recalcó que da más valor a los “más de tres años sin víctimas mortales (…) y un alto el fuego permanente decretado (…) hace seis meses” que a los últimos actos de violencia callejera, y que por ello “para mí, la expectativa del fin de la violencia sigue en los mismos parámetros que el día en que ETA decretó el alto el fuego permanente”.

Zapatero -a quien su grupo había dado la oportunidad de sacar en la sesión de hoy el tema después de convencer a Coalición Canaria para que cambiara su pregunta sobre inmigración por una referida al proceso de paz- tampoco desaprovechó la puya lanzada por el líder de la oposición, Mariano Rajoy, para recalcar que en la época del Gobierno popular había más kale borroka y volver a recordar que si Batasuna quiere ser de nuevo legal “tendrá que respetar lo que hemos aprobado en esta Cámara, que es la Ley de Partidos”.

Mensaje repetido por Moncloa

El mensaje de ayer de Zapatero en el Congreso en el que restaba importancia a los últimos desafíos de ETA y su mundo no es nuevo. De hecho, desde que el pasado sábado resonaran los siete disparos en los montes de Oiartzun, Moncloa no ha cejado de lanzar mensajes en este sentido. Colaboradores del presidente llevan varios días calificando de “bravata” la aparición de los pistoleros, a la vez que insisten que la información que maneja el Ejecutivo descarta por el momento una temida escisión en la banda armada, aunque sí reconocen haber detectado “sensibilidades distantes” en su seno.

El Ejecutivo también lleva semanas insistiendo que, según los datos en su poder, el rebrote de la kale borroka no es fruto de una orden directa de la dirección de la organización terrorista -a pesar de que se iniciaron dos días después del amenazante comunicado de la banda del 17 de agosto-, sino fruto de grupos radicales que por su cuenta han tomado la iniciativa como apoyo a la huelga de hambre del preso etarra Ignacio de Juana Chaos. “ETA no lo ha ordenado, pero lo consiente”, reconocía hace unos días un político vasco a este diario en la misma línea.

El Gobierno ha manifestado en privado su convencimiento de que estos sucesos de violencia callejera terminarán dentro de poco, aunque reconocen que aún pueden perduran en el tiempo por el lento sistema de toma de decisiones que tiene ETA por culpa de su estructura colegiada, al que se añade la demora que la transmisión de cualquier orden sufre en una organización clandestina. Para Moncloa la decisión de la organización terrorista de abandonar las armas es “irreversible”. Un convencimiento que el propio Zapatero dejó ayer entrever en su intervención en el Congreso.

José Luis Rodríguez Zapatero decidió aprovechar la sesión de control en el Congreso de los Diputados para lanzar un claro mensaje a la sociedad española y, también, al mundo de la izquierda abertzale: los recientes actos de kale borroka y la provocadora lectura del último comunicado de ETA escenificado el pasado sábado por tres pistoleros en la localidad guipuzcoana de Oiartzun no afectarán al proceso de paz. Un proceso de paz, en definitiva, blindado ante este tipo de desafíos para el que, aseguró, “el Gobierno mantiene sus planes”.