‘Guerra’ de encuestas en Cataluña para movilizar a la abstención ¿Por cuanta diferencia ganará Mas?

La “guerra” de encuestas está abierta en Cataluña ante la cercanía de las elecciones autonómicas el próximo 1 de noviembre. Todos los partidos siguen con lupa la evolución de la intención de voto para afinar sus mensajes y tratar de arrastrar hacia sus posiciones a los indecisos o rescatarlos de la abstención. “Los abstencionistas decidirán quién será el próximo Presidente de la Generalitat”, señala a El Confidencial un alto cargo del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC).

En esta estrategia, los partidos no sólo se fijan en los sondeos publicitados por los medios de comunicación, sino que encargan sus propias encuestas para tener información de primera mano sobre la evolución del voto. Pero en todos los sondeos hay un denominador común: Convergència i Unió (CiU), que presenta como candidato a Artur Mas, gana al PSC, que presenta al ex ministro Josep Montilla. “La cuestión está en saber por cuánto se gana”, dice un dirigente de CiU.

Los convergentes están tranquilos. La última encuesta que tienen en su poder les auguraba 52 diputados (gana seis), frente a 37 del PSC (pierde cinco), 21 de Esquerra Republicana (ERC - dos menos), 11 del Partido Popular (cae cuatro) y 14 de Iniciativa per Catalunya (ICV - obtiene cinco más). “Lo cierto es que en esta campaña se decidirán todavía muchos votos y esperamos alcanzar los 58 diputados”, añade la misma fuente.

En busca del voto útil

La cuestión no es baladí, ya que la peor circunstancia a la que se enfrenta CiU es que, aún con los datos de su última encuesta en la mano, existe la posibilidad de que Artur Mas no sea presidente: sus 52 diputados sólo le permitirían llegar a la presidencia si pacta con PSC o con ERC, puesto que la mayoría absoluta se sitúa en 68 escaños.

La cosa cambia si llega a los 58 diputados, ya que de esa manera podría gobernar también con el apoyo del PP. “CiU recurre ahora al victimismo y apela al voto útil. Lanza mensajes a los ciudadanos diciendo que si no le dan más votos, ERC optará por reeditar el Tripartito y el nacionalismo habrá perdido otra vez. Su estrategia pasa por comerse a Esquerra”, dice una fuente del PSC.

Esta sensación no va del todo descaminada. “Nuestras encuestas nos dicen que nosotros estamos movilizando a gente de la abstención, con lo que ya nos damos por satisfechos, pero sobre todo recuperaremos los votos que se fueron a Esquerra en las anteriores elecciones. Esto es lo que nos dará la victoria y lo que puede hacer que lleguemos a los 58 diputados si logramos atraer todos esos votantes prestados”, explica un dirigente de CiU.

La situación, tal y como se ve desde la federación nacionalista, es muy positiva para Artur Mas: “Tenemos tres frentes abiertos, con sectores comunes con otros partidos: un 15% de nuestros votantes pueden dar también su voto a ERC; un 13%, al PP; y casi un 12%, al PSC. Y en los tres frentes ganamos. La suma de todos los votos que arrastremos puede suponer entre un 10-15% del total de los votos emitidos, lo que nos daría una cómoda ventaja, ya que nuestra pérdida de voto es prácticamente inexistente”.

Los votos de la gauche divine

El gran perjudicado, pues, parece ser el PSC. La dirección de CiU piensa que “los socialistas tienen un sector catalanista que no votará a Montilla y se decantarán o bien por la abstención o bien por votar a ICV. Son los representantes de la gauche divine, los sectores de la zona alta que hasta ahora se sentían muy identificados con Maragall y que en los años 70 habían estado a caballo entre PSC y PSUC, que fue el germen de ICV”.