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Rubalcaba intenta colocar a uno de sus más estrechos colaboradores en el equipo que negociará con ETA
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Rubalcaba intenta colocar a uno de sus más estrechos colaboradores en el equipo que negociará con ETA

Alfredo Pérez Rubalcaba intenta convencer a José Luis Rodríguez Zapatero para que incluya en la delegación que negociará con ETA a uno de sus más estrechos

Foto: Rubalcaba intenta colocar a uno de sus más estrechos colaboradores en el equipo que negociará con ETA
Rubalcaba intenta colocar a uno de sus más estrechos colaboradores en el equipo que negociará con ETA

Alfredo Pérez Rubalcaba intenta convencer a José Luis Rodríguez Zapatero para que incluya en la delegación que negociará con ETA a uno de sus más estrechos colaboradores, Gregorio Martínez Garrido, según han confirmado a El Confidencial varias fuentes consultadas. Gregorio Martínez se unirá, de este modo, al ex ministro socialista Javier Moscoso -ver la edición de ayer- y al presidente del PSE, Jesús Eguiguren, en la interlocución que el Gobierno enviará para mantener la que será la primera reunión formal entre el Gobierno y la banda armada.

Gregorio Martínez (Madrid, 1963) ocupa actualmente el cargo de jefe de Gabinete del ministro. Experto en relaciones internacionales, se incorporó al equipo de Pérez Rubalcaba en abril de este año, poco después de que éste asumiera la cartera de Interior. Su cargo hasta ese momento era el de coordinador de la Secretaría de Relaciones Internacionales del PSOE, puesto al que había accedido en 2004. Antes había colaborado en la campaña electoral de Trinidad Jiménez a la alcaldía de Madrid, durante la que, precisamente, conoció al que ahora es su jefe.

La labor del colaborador de Pérez Rubalcaba en la negociación es, según las fuentes consultadas, defender la postura de firmeza del ministro del Interior en el tema de los presos etarras. Como ya informó este diario en su edición del pasado 4 de septiembre, el político cántabro es totalmente contrario a hacer, por ahora, movimientos de reclusos como solicitaban los dirigentes del PSE involucrados en el proceso para allanar el proceso de paz. De hecho, el pasado verano consiguió que el presidente del Gobierno paralizara las primeras medidas en este sentido.

Moscoso primero calla y luego desmiente

Mientras tanto, Javier Moscoso eludió ayer en un primer momento confirmar o negar la información de El Confidencial que desvelaba su papel de negociador en las conversaciones con ETA. Horas después, sin embargo, en declaraciones a la agencia Europa Press desmentía “radicalmente” la noticia. No obstante, las fuentes consultadas por este diario insistían ayer en que Rodríguez Zapatero ofreció el pasado mes de junio al ex ministro socialista participar en los contactos con ETA y que éste había aceptado.

Siempre según las fuentes, Moncloa pensó en él para encabezar el equipo negociador por su alta experiencia jurídica, ya que a su condición de ex ministro de Presidencia de los dos primeros Ejecutivos de Felipe González, une sus cuatro años como fiscal general del Estado y su paso como vocal en el Consejo General del Poder Judicial.

Frente a él se sentará muy posiblemente el máximo dirigente de ETA, el veterano José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera. De hecho, ha sido él quien ha encabezado las cuatro reuniones -tres de ellas antes del anuncio del “alto el fuego permanente”- que hasta el momento la banda armada ha mantenido con emisarios del Gobierno. Quién acompañará al histórico etarra es aún un misterio, aunque algunas fuentes señalan a su hijo Egoitz, quien ya participó en los contactos con el Ejecutivo socialista que desembocaron en la tregua del 22 de marzo.

Alfredo Pérez Rubalcaba intenta convencer a José Luis Rodríguez Zapatero para que incluya en la delegación que negociará con ETA a uno de sus más estrechos colaboradores, Gregorio Martínez Garrido, según han confirmado a El Confidencial varias fuentes consultadas. Gregorio Martínez se unirá, de este modo, al ex ministro socialista Javier Moscoso -ver la edición de ayer- y al presidente del PSE, Jesús Eguiguren, en la interlocución que el Gobierno enviará para mantener la que será la primera reunión formal entre el Gobierno y la banda armada.