Zapatero salva los Presupuestos tras pactar con el PNV y con el apoyo “gratis” de CiU, según Montilla

Los partidos nacionalistas vasco y catalán impidieron ayer que el Congreso devolviera las cuentas públicas al Gobierno. El precio del voto afirmativo del PNV fue el pacto sobre el Cupo para los próximos cinco años. En cambio, la abstención de CiU resultó “gratis”, según el candidato del PSC, José Montilla, a la presidencia de Cataluña.

Y es que Josep Antoni Duran consiguió del Gobierno algo que el Estatuto catalán contempla y que Pedro Solbes aceptó. Así, Ejecutivo y Generalitat dedicarán el próximo año a definir qué son inversiones del Estado en infraestructuras y qué no lo son, para zanjar este debate que amenaza con replicarse cada año.

Ambos partidos retiraron sus enmiendas a la totalidad, por lo que el Congreso sólo votó de forma conjunta las presentadas por PP, ERC y EA. La devolución de los Presupuestos Generales del Estado para 2007 fue rechazada por 177 votos (PSOE, PNV, CC, BNG y CHA), frente a 152 a favor y 16 abstenciones (IU, CiU y Nai-Bai).

El acuerdo con el PNV se centra en que la definición del Cupo vasco tendrá un carácter continuista para el futuro, algo que el Gobierno demandaba. Es un pacto que habrá que cerrar antes del 31 de diciembre, fecha límite para aprobar la Ley Quinquenal del Cupo, por el que las Diputaciones Forales vascas pagan al Estado el 6,24% de los impuestos que recaudan a cambio de los servicios que éste presta. Qué servicios presta y qué se descuenta es lo que tendrá continuidad.

Los parlamentarios de CiU evitaron con su giro salir en la foto votando junto al PP en plena campaña electoral catalana. Pero también saben que si hubieran seguido adelante, habrían peligrado futuros repartos de poder e influencia, algo en lo que andan caninos. Por ejemplo, los puestos del futuro consejo de la Corporación de RTVE.

Las gestiones de Alfredo Pérez Rubalcaba, el GEO de José Luis Rodríguez Zapatero, tuvieron éxito, cuando la víspera los apoyos no estaban garantizados.

Victoria pírrica

La vice sólo hizo caso a una de las demandas de IU: resulta que Pedro Solbes había rebajado la partida dedicada a la violencia de género de los 16 millones de euros actuales a 8, así que la subió a 12 millones (cuatro menos que ahora).

Otro antiguo aliado, Joan Puigcercós, de ERC, demandó sin éxito a Solbes que le garantizara la metodología a usar para el cálculo de las inversiones del Estado. Al no recibir garantías concluyó que lo que había hecho CiU era un acto de fe en el que ellos no iban a caer.

El debate estrella lo protagonizaron el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el vicepresidente Solbes. El vibrante fue Rajoy, porque Solbes se refugió en los logros económicos y en la monotonía de su voz.

Zapatero y Don Tancredo

El líder popular retó con sus palabras a Zapatero, pero el presidente no tomó la palabra a pesar de que Rajoy le acusó de hacer de Don Tancredo, de no ser responsable, ni leal, de eludir las reformas y compromisos para no complicarse la vida, de no pensar como un estadista y querer sólo ganar elecciones...