Carod regresa al Gobierno catalán como vicepresidente

El candidato republicano, Josep Lluís Carod Rovira, será uno de los dos vicepresidente del próximo Gobierno catalán, después de que el PSC, ERC e ICV alcanzaran ayer un principio de acuerdo para reeditar el tripartito. Socialistas y republicanos dedicaron el fin de semana a negociar en secreto este pacto, especialmente el domingo, y hoy lunes convocarán una reunión formal para concretarlo. Juntos sumarán 70 diputados en el Parlament, dos más de la mayoría absoluta.

La clave del acuerdo ha estado en Esquerra, especialmente en Carod-Rovira. El sábado recibió una oferta de Artur Mas difícil de rechazar: ser conseller primero en un Govern con CiU, el departamento de Cultura y TV3. En cambio, el socialista José Montilla no quería que el líder republicano fuera conseller en cap, habida cuenta de que sería explotado por el PP para atacar a Zapatero, ya que viajó a Perpignan para negociar con la banda terrorista ETA.

Otra clave ha sido que el PSC convirtió la debilidad de Montilla en su fortaleza: o se aceptaban sus condiciones para alcanzar el tripartito o pasarían a la oposición, y que ERC se atreviera entonces a pactar con Mas. Los republicanos corrían aquí dos riesgos principales: que, dentro de un tiempo, Mas les restara poder dentro del Govern y que pudieran ser absorbidos por CiU, al disputar nichos electorales semejantes. Además de un riesgo de escisión, ya que las bases republicanas están divididas entre apoyar un Gobierno con CiU o formar un tripartito.

En esta especie de reedición del famoso Dilema del Prisionero de la Teoría de los Juegos -la opción del todos ganan si todos colaboran, o bien gana uno si traiciona a los demás en el último momento-, Carod optó por no dejarse tentar por los cantos de Mas. De esta forma, apoyó la tesis de su número dos, Joan Puigcercós. Al mismo tiempo, el PSC concluyó que no podía exigir a los republicanos que abordaran ahora el relevo de Carod.

Ante la imposibilidad de ser nombrado conseller en cap -esta figura desaparece-, Carod insinuó la alternativa de ser el portavoz del nuevo Gobierno tripartito. Pero el PSC se negó en redondo: será un socialista catalán el portavoz, según fuentes conocedoras de las negociaciones. Y se ofreció al republicano una de las dos vicepresidencias.

El peliagudo cuarto cinturón

Las negociaciones de este fin de semana se han centrado en especial en la elaboración de un protocolo de actuación para evitar las disfunciones del anterior tripartito y con el fin de actuar “como un Gobierno monocolor”, según fuentes de los tres partidos. Ambas fuerzas políticas coinciden en señalar que el próximo Ejecutivo debe centrarse en objetivos sociales y no identitarios, y en una gestión que, aspiran, sea más tranquila que la anterior.

Uno de los escollos será el peliagudo cuarto cinturón de Barcelona y la interconexión eléctrica con Francia, a los que se oponen los ecosocialistas y apoyan el PSC y ERC. Estos dos últimos partidos eran conscientes de que no podían imponer sus tesis a ICV, por lo que el protocolo establece que el Govern actuará por mayoría cuando se voten asuntos polémicos. Las tres formaciones se comprometen a defender todo como una sola voz, y respetar el papel preponderante del futuro presidente catalán, José Montilla, el primer no nacido en Cataluña que gobierna esa comunidad autónoma.