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Cacerolada contra Montilla
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Cacerolada contra Montilla

Las cuadernas del buque nacionalista se resquebrajan. Al estilo de Manuel López Obrador en México, que no aceptó la derrota electoral, sectores independentistas y simpatizantes de

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Cacerolada contra Montilla

Las cuadernas del buque nacionalista se resquebrajan. Al estilo de Manuel López Obrador en México, que no aceptó la derrota electoral, sectores independentistas y simpatizantes de CiU inician protestas contra la reedición del tripartito. José Montilla, un inmigrante, será su nuevo presidente. Artur Mas denuncia una “maniobra de ocupación del poder” por parte de PSC, ERC e ICV. Mientras, el Gobierno de Zapatero respeta el pacto. Hoy se presentan en público.

Los blogs y varias páginas de Internet vinculadas al nacionalismo extremo bullían ayer al conocer el acuerdo del tripartito, mientras saltaban de móvil en móvil mensajes de SMS. Una organización independentista y partidaria de un Gobierno entre CiU y ERC, Unitat Nacional Catalana, ha convocado caceroladas, una manifestación para el próximo jueves, otra para el sábado… Los mensajes tildan a Esquerra de traidora y a Montilla de “españolista”. Aunque la Ejecutiva de ERC aprobó ayer el pacto por 36 votos a favor y uno en contra.

En medio de este ambiente, el candidato ganador, Mas, habló de “decepción democrática” porque el perdedor, Montilla, acceda al Govern. Y, en tono duro, denunció que les habían engañado y que el tripartito ha “efectuado una maniobra de ocupación del poder por el poder con el objetivo de impedir que CiU gobierne". Le esperan cuatro años más de oposición, a donde fue arrojado en 2003 tras 23 años de ejercicio continuado de poder.

Mas sabía ya el domingo a mediodía que habría tripartito, pero en el estado de ánimo de los suyos ha influido el que recibieran esa misma mañana mensajes contrarios, provenientes del entorno de Moncloa, en los que les aseguraban que Josep Lluís Carod-Rovira aceptaría la oferta de CiU y se aliaría con ellos. Por la tarde, el candidato republicano le comunicó oficialmente que había pactado con el PSC e ICV.

El convergente se siente traicionado por Esquerra: ha concluido que Carod se dejó cortejar por él con el único objetivo de utilizar su oferta para pactar al alza con Montilla. Y lo logró: Mas le ofreció el sábado ser vicepresidente primero, y eso es lo que le contraofertó el líder del PSC, junto con más poder para ERC.

De todas formas, era un poco ilusorio un pacto entre CiU y ERC, dado que luchan por el mismo nicho electoral y sus dirigentes no se llevan bien. Además, a Carod no le gustó nada que Mas lo considerara un tercer plato, ya que le dijo que sus opciones del Gobierno eran, por este orden: ejecutivo en solitario, alianza con el PSC o pacto con ERC. Luego estaba el famoso vídeo que ponía a los republicanos de tontos para abajo.

Llamadas amenazantes

Durante el fin de semana se montó un tándem telefónico entre el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el socio de Mas, Josep Antoni Duran i Lleida. El primero, partidario en principio de la socioconvergencia, llegó a ser tan insistente con sus compañeros del PSC que uno de los negociadores socialistas, Miquel Iceta, decidió no cogerle más el teléfono. Y eso que ambos se conocen desde hace años, ya que Iceta era del equipo del ex ministro de Defensa Narcís Serra.

Cuando el acuerdo del tripartito se hizo inminente, Rubalcaba realizó unas declaraciones públicas de respaldo a Montilla y a su capacidad de interlocución en nombre del PSOE. Mientras el ministro del Interior y Duran hablaban por su lado, Montilla mantenía informado a José Luis Rodríguez Zapatero, de viaje oficial en Montevideo, de las negociaciones que estaba realizando.

Las cuadernas del buque nacionalista se resquebrajan. Al estilo de Manuel López Obrador en México, que no aceptó la derrota electoral, sectores independentistas y simpatizantes de CiU inician protestas contra la reedición del tripartito. José Montilla, un inmigrante, será su nuevo presidente. Artur Mas denuncia una “maniobra de ocupación del poder” por parte de PSC, ERC e ICV. Mientras, el Gobierno de Zapatero respeta el pacto. Hoy se presentan en público.